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Simposio en La Patagonia     12 de noviembre del 2008

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El reconocido escultor nacional Domingo Ramos A. fue invitado en representación de Costa Rica, al II Simposio Internacional de Escultura en Piedra de la ciudad de Cipolletti, Neuquén, Río Negro, Patagonia Argentina. El evento, que tuvo lugar entre el 9 y 19 de octubre, fue promovido por la Municipalidad de Cipolletti y reunió a 22 escultores de España, Alemania, Polonia, Suiza, Perú, Chile, Italia, Argentina y Costa Rica.

Esta ciudad tiene alrededor de un millón de habitantes y está situada 1300 kilómetros al sur de Buenos Aires. “No es una ciudad de gran tradición escultórica por lo que hechos como este, resultan todavía más loables, porque son una apuesta cultural para el futuro y un legado invaluable para las futuras generaciones”, así lo expresó Ramos en su discurso inaugural en nombre de todos los escultores, palabras que calaron hondo en el corazón de los presentes.

La temática era libre y como material se trabajó el travertino y el mármol rosa coral de la Patagonia. Los bloques eran de diferente tamaño y al escultor costarricense le tocó el bloc # 22, en mármol , que medía 290 x106 x 85 cms, (el de mayor tamaño) de donde fue esculpiendo su obra: Unión Cósmica.

Se trata de una obra monumental que presenta la unión de dos elementos: uno liso que se proyecta como una mano que, a modo de catedral gótica, apunta hacia el infinito, con el deseo de superación a que debe aspirar siempre el ser humano y, no menos importante, a él se le une otro elemento cuya fuerte textura contrasta con el alisado del anterior, que representa la fuerza de la naturaleza. Es como si lo espiritual y cósmico se uniera con lo material y terrenal, recordando que el ser humano es carne y espíritu. “Pero en el fondo no sólo promueve la unión de lo divino con lo profano, sino que pondera la unión como medio de superación en la vida” – manifiesta Domingo Ramos. Como es ya su costumbre, el primer día Ramos lo dedicó a conversar y enamorar la piedra: “ Cuando uno medita que esas piedras son la historia del planeta y que ese encuentro no es casual, uno siente que, pese a los diferentes lenguajes, lo primero que hay que hacer es entenderse”- dice Ramos.

 “ Por eso el primer día lo dedico a conversar con la piedra, a sentirla, a acariciarla, admirarla y enamorarla... Cuando la piedra y el alma entran en total sintonía, es hora de quitar los velos y descubrir su verdad interior, e infundirle un soplo de vida” –agrega el escultor costarricense, que ha participado en más de 27 simposios alrededor del mundo, en donde ha obtenido 18 premios internacionales y ha ido dejando sus obras, como testimonio del quehacer escultórico propio y el del arte costarricense.

 

Entre los principales países donde sus obras en piedra engalanan parques y museos al aire libre están: Italia, Corea del Sur, Israel, Argentina, Líbano, Perú, Colombia y Uruguay, en donde el año pasado dejó dos obras en granito negro, para la ciudad balnearia La Floresta.

Entre las cosas novedosas que vale la pena destacar de este último simposio- dice Ramos- es la participación en el evento de un grupo de muchachos “con problemas sociales”, gente joven que tuvo problemas policiales y que están tratando de rehabilitar.

 

No sólo quiere la municipalidad de Cipolletti darles un plato de comida y un lugar donde duerman, sino mostrarles un sendero de salvación y ¿qué mejor camino que el del arte?. Varios muchachos, con un maestro, esculpieron una cabeza en travertino, con dos caras que miran en sentido opuesto, la cual será colocada en su barrio marginal. Muchos de ellos ya se están encarrilando por el arte y esa cabeza, de algún modo, es su realidad, pues mira hacia un pasado duro, pero también hacia un futuro promisorio. ¿Podría Costa Rica iniciar políticas de este tipo, de modo que no se les de el pescado, sino que se les enseñe a pescar?“

Estos simposios sirven de encuentro, re-encuentro y confrontación con los diferentes artistas y culturas del mundo”- dice Ramos, quien ha sido invitado para Francia y Alemania el 2009. “ Brancusi decía que había que subir muy alto para ver muy lejos”. Rodín aconsejaba trabajar como un esclavo para ser rey” y yo creo que hay que viajar mucho y confrontar muchas culturas, para conocernos mejor, entender y valorar nuestras raíces culturales”- agrega el escultor con satisfacción.

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Revisado el: 01/16/13 08:01:19 AM.

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