Desde el domingo anterior, ocho escultores trabajan en el parque de Barva de Heredia a vista y paciencia de todas las personas que transitan por el centro de ese cantón, reconocido por el rescate de la cultura popular.

Melvin Molina Bustos

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Fotos: Luís Morales

(Fotos originales fueron Reemplazados)

Quienes pasen por ef casi siempre tranquilo parque de Barva de Heredia, descubrirán que aquello parece una zona de batalla, rukto de herramienta eléctrica, una particular motosierra. taladros y sobre todo muuuuucho polvo.

No se crea que aíguna compañía constructora se  apropio del

 parque, despreocúpese. Se trata del II Simposio Nacional de Escultores que este año seleccionaron la piedra como materia prima para su trabajo. Dispersos por varios lugares de ese centro de diversión, ocho escultores trabajan

Donald Jimenez tuvo que cambiar "sobre la marcha" la idea original que traía para su escultura a consecuencia de una fisura interna de la roca, aunado al poco tiempo

Los objetivos planteados por los organizadores se cumplen, el domingo que recién se inauguró el simposio el parque estaba lleno de personas que observaban con detenimiento la labor de los artistas, la tarde del martes la señora Laura León se encontraba en el parque con sus hijos Camila, Irene e Isaac Arguedas, para ella la actividad es muy importante, "es algo primordial la llegada de los artistas, eso sensibiliza al público, en el caso de los niños ellos me piden que los traiga todos los días y ver como avanzan las esculturas, cada uno le pone mucha atención a cada cosa que los escultores hacen", contó esta madre que paseaba por el parque con sus hijos.
 

Muy Llamativo

Uno de los detalles que más atrae la atención de los asistentes es ver como los artistas emplean herramienta muy moderna que normalmente está relacionada con el campo de la construcción para poder trabajar con esos bloques de piedra de dos

metros de alto por medio metro de ancho que cada escultor tiene para trabajar.
Esmeriladoras -conocidos popularmente como metabo-, taladros y sin duda una herramienta que atrae las miradas de muchos, una motosierra que emplea el escultor Donald Jiménez.
"La gente al principio piensa que es una motosierra normal, pero no lo es. Se trata de una sierra que emplea una cadena especial de diamante y que esta fabricada para ser usada en piedra, es una herramienta que me ahorra mucho tiempo", explicó Donald.
Son muchas las razones por la que asistir a este simposio es muy importante: podrá aprender el proceso que involucra la elaboración de una escultura, podrá preguntar a los escultores cualquier duda que. tenga acerca de cómo se realiza una escultura y sobre todo, porque le estará dando un apoyo importante a los artistas nacionales, que demuestran que el arte no solo están en las paredes de un museo.

Escultoras monumentales

En este simposio sobresale la participación de dos esculturas que se enfrentan a la piedra con la misma valentía y espíritu creativo que cualquiera de sus compañeros hombres. Ellas son Tzeitel Hernández y Tere Agüero.

Hernández estudio escultura en el colegio Castella y posteriormente Artes Plásticas con énfasis en Escultura en la Universidad Nacional. Para ella es la primera vez que trabaja en talla en esas dimensiones, "era la oportunidad de trabajar la piedra en esta dimensión", comentó.

Tzeitel tuvo algunos contratiempos para dominar la herramienta pero luego del primer día todo se solucionó. Ella consi-

dera que no es difícil ser mujer y trabajar escultura monumental, lo complejo es dominar la técnica y la herramienta que se hace fundamental para disminuir el tiempo de creación.

Por su parte Agüero coincide con su compañera escultura al afirmar que el ser mujer no es obstáculo para trabajar con piedras tan grandes, "el secreto está en la voluntad que uno tenga para trabajar", añadió Tere, que también es la primera vez que trabaja la piedra en esas dimensiones.

Para ella es importante resaltar la participación del público que se acerca preguntarle los detalles de su trabajo.