UN NIÑO DE TRECE años cambió la pelota de fútbol con
la que jugaban los demás niños de su barrio, por una de barro, por medio
de la cual confeccionaba diversas figuras, a pesar de los regaños
constantes que le hacía su madre por ensuciarle la casa. Regaños que de
poco sirvieron, porque su vocación de escultor ya estaba definida y sólo
faltaba moldearla.
Orlando Carranza Carranza nació en diciembre de 1968 (el día no le gusta
decirlo). Desde pequeño, descubrió su don para elaborar figuras con sus
manos, elaborándolas en arcilla o madera. A esa corta edad de trece
años, Orlando recibió el primero de sus triunfos, el más significativo
para su vida como artista, al presentar una escultura alusiva a la
pobreza.
El Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, en un concurso organizado
por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, lo
declaró "Joven Escultor Costarricense". Este certamen fue decisivo para
su trabajo, ya que al acto había
asistido como invitado de honor uno de los grandes escultores del mundo,
don Francisco "Paco" Zúñiga, quien decidió llevárselo para México en
1983 para que estudiara escultura, con una beca otorgada por tres años,
justamente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de
México, la cual llevaba el nombre de este reconocido escultor .
Apenas llegó a ese país, consiguió un empleo como lavaplatos y gracias a
ello, terminó de costearse sus estudios. Sus ingresos monetarios
mejoraron el día que conoció a la actriz y conductora Silvia Piñal. Ella
por casualidad llegó a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad
Autónoma de México. Para esa época, tenían una actividad de fin de año y
Carranza arregló el escenario a su gusto y manera. Doña Silvia quedó muy
impresionada por la decoración y preguntó quien la había realizado.
Incluso se interesó en obtener unas esculturas y unas columnas que había
confeccionado el joven ateniense. De esta forma, la señora Piñal le
consiguió trabajo en el programa "Grandes estrellas" de Televisa.
Pero esa amistad no quedó allí. Cuando llegó a su nuevo trabajo, doña
Silvia le presentó a su colega Verónica Castro. Orlando con toda
naturalidad devolvió el saludo, sin saber quién era aquella dama. Este
pequeño detalle no pasó desapercibido para la señora Piñal. Pero
revivamos ese momento;
-¿Acaso no conoces a esta señora? La respuesta fue franca:
- No. ¿Quién es?
- ¡Por Dios, muchacho...!, es la gran actriz Verónica Castro.
- Disculpe, pero no la conozco.
- Pero..., ¿cuánto tiempo tienes de estar en México?
- Ya tengo dos años y medio.
- Y entonces..., ¿nunca escuchas la radio o ves la televisión?
- No tengo tiempo, ya que estudio de las siete de la mañana a las cinco
de la tarde y a las cinco y treinta entro a trabajar y salgo a las dos
de la madrugada, por lo que no me queda tiempo de ver televisión o
estuchar radio.
Fueron estas actrices mexicanas quienes le pagaron los estudios de
Escenografía (requisito indispensable para seguir trabajando en
Televisa). Así, tuvo que llevar las dos carreras de escultura y
escenografía al mismo tiempo, pues no quería desaprovechar la
oportunidad que se le estaba presentando, y tampoco pretendía
desilusionar a estas grandes figuras.
Con doña Silvia trabajó dos años en su programa "Grandes estrellas". Y
luego fue alternando su trabajo con los programas de Verónica Castro
denominados "La Vero" y "Mala noche no". Posteriormente, a raíz de estos
trabajos, tuvo la oportunidad de conocer a don Raúl Velazco, a quien se
le había enfermado su
escenógrafo. Fue entonces a trabajar como ayudante de escenografía en el
programa "Siempre en domingo" y gracias a ello, se introdujo en el
terreno de las novelas, donde le pedían esculturas, columnas y parte de
la decoración. De esta manera, empezó con "Cañaveral de pasiones",
"Acapulco, cuerpo y alma" y "El privilegio cié amar". En "La usurpadora"
le tocó solo, siendo nominado como escenógrafo del año por el trabajo
realizado. Pero aquí no quedó su carrera como escenógrafo: integró el
grupo que realizó las escenografías de las telenovclas "Rosalinda",
donde actuaba la actriz y cantante Thalía, "Alcanzar una estrella 2",
"Fuego de amor" y el "El reencuentro", con los exintegrantes del grupo
musical Menudo, entre otras.
En Costa Rica ha trabajado en varios equipos de escenógrafos para el
festival de la OTI, la Teletón y el Teatro Mélico Salazar. Inclusive,
varias de las esculturas que formaban parte del escenario de la serie
"La Pensión", fueron creadas por él. También, intervino con un valioso
equipo de trabajo en algunas escenografías de "Noticias Repretel",
"Informe Cuatro" y el programa "A todo dar". Y por si pareciera poco,
para los conciertos internacionales que se han realizado en el país, de
figuras como Eros Ramazotti, Enrique Iglesias, Alejandra Guzmán, Ricardo
Arjona, Alejandro Fernández, OV7, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Paulina
Rubio y Cristian Castro, Carranza ha sido el escenógrafo titular.
Dejemos de lado su carrera como escenógrafo y retornemos a su vida como
escultor. Orlando se ha hecho acreedor de varios premios, pues ha
participado en diversos concursos internacionales. En 1991, clasifica
entre los diez primeros lugares del certamen de escultura auspiciado por
la Universidad Autónoma de México. En 1992 en Quebec, Canadá, se hizo
merecedor del primer lugar en una Feria Internacional, junto con tres
compañeros, al realizar una hermosa escultura de nieve. En 1993, en
Nueva York, Estados Unidos, ganó el tercer lugar en una Feria
Latinoamericana, al concursar con un monumento construido de bronce de
siete metros de altura, cuyo tema hacía alusión a la libertad de la
mujer. En el Festival de Arenas de Acapulco, México, celebrado en 1994,
obtuvo un cuarto y sétimo lugar, con obras confeccionadas a base de
granito y arena. En ese mismo año se clasifica entre los diez primeros
lugares en un concurso celebrado en Brasil y obtuvo el cuarto lugar en
la Feria Internacional de la Escultura realizada en Portugal, con una
estatua tallada en mármol. En 1995 se ubica entre los seis primeros
lugares en la Feria Internacional de Escultores llevada a cabo en Buenos
Aires, Argentina. En este mismo año, alcanza el primer lugar por
Centroamérica en una feria de escultura realizada en México y un año más
tarde, consigue el tercer lugar en esta misma categoría, en el certamen
Bienal de Escultura celebrado en Guatemala.
La periodista Ana María Parra opina sobre el:
[...] es uno de los creadores de imaginería más importante en el país y
además tiene el privilegio de que sus personajes bíblicos y esculturas
monumentales descansen en iglesias, plazas y paseos de varios países.29
Efectivamente, sus obras se encuentran en diferentes países tales como:
Manhathan, Nueva York, Estados Unidos, en la quinta avenida se encuentra
una escultura de bronce de 7.5 metros de alto denominada "La libertad de
la mujer"; en Belice se encuentra otra llamada "Madre que lucha por
mantener a su hijo", también de bronce, cuya altura es de 4.5 metros; en
México ha colocado 38 esculturas de 2 a 6 metros de altura, hechas en
marmolina, bronce, madera o cemento, en ciudades como Puebla, Michoacán,
Manzanillo, Yucatán, Distrito Federal y Querétaro; además, muchas de sus
obras se encuentran en Canadá, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá
y en varios lugares de nuestro país.
En México, Carranza ha alcanzado gran popularidad con sus obras. En
cierta ocasión, donó una de sus creaciones para los niños enfermos de
cáncer. El acto de entrega se realizaría en el instituto localizado en
la ciudad costeña de Mazatlán. A este lugar se apersonó el joven
escultor en taxi. Cuando llegó, vio una gran cantidad de personas
reunidas frente al instituto.
Ana María Parra. "De firma extensa". ¡jt Nación ("San losé, C.R.), 1" de
abril, 1999, p. 30.
Sumamente preocupado, se bajó del taxi y se unió al grupo de curiosos.
Seguramente algo malo había sucedido allí, pensó, pues se contaba con la
presencia de varios reporteros en el lugar.
Carranza pacientemente esperó para ver de que se trataba el asunto. Como
el tiempo transcurría y no lograba definir la causa del posible
accidente, al fin se animó a preguntarle a una de las personas qué era
lo que estaba pasando. El aludido le contestó que estriban esperando
para darle la bienvenida al famoso escultor Orlando Carranza, quien
había realizado una importante donación al instituto, el cual llegaría
de un momento a otro.
Orlando simplemente no salía de su asombro. El solo debía llegar al
instituto y hacer una entrega simbólica de su escultura, actividad en la
cual también participaría el comprador de la obra. Por eso, cuando le
comentó a aquel muchacho y a otras personas que él era el escultor
esperado, nadie le quería creer. Todos los allí presentes, estaban
esperando a un señor entrado en años, vestido de traje entero y
seguramente bajaría de una especie de limosina o algo por el estilo. Lo
que menos esperaban, era ver a un joven descender de un taxi común y
corriente y para peores, vestido tan informalmente (con tenis, pantalón
de mezclilla y camiseta).
Su espíritu de superación lo envió a estudiar antigüedades, reliquias,
laminados en oro y policromados en la Casa "Caritin" de Escultura en
Italia, en los primeros meses del 2001. Desgraciadamente, se empezó a
enfermar de los pulmones con ios químicos que usa en sus esculturas
(primordialmente fluoruro y magnesio), y en la actualidad se encuentra
con un tratamiento especial. A pesar de que los médicos le recomendaron
dejar el oficio, él no lo ha querido abandonar, ya que representa su
pasión e indudablemente, su vida. |