Luis
Ferrero
Historiador de Arte
ESCULTORAS
Gratísima noticia de una muestra de!
quehacer escultórico de una parvada de
mujeres.
Comentando la noticia con algún amigo a este
fe pareció impropio, arbitrario, veleidoso o
totalmente injustificado. Su machismo no le
permite vislumbrar la imaginación creadora
de la mujer. Largas explicaciones tuve que
moverle de mi alegría por esta muestra, Le
recordé que hacia la segunda década de!
siglo 20 Costa Rica contó con dos esculturas
Li!y Artavia y Angelita Pacheco. Ambas,
formadas dentro de la academia, bastante
cercanas a la tradición renacentista, Pero,
quedaron en promesa pues la primera sufrió
un accidente que le impidió dedicar
esfuerzos a la escultura. La segunda se
dedicó sobre todo a ¡a enseñanza, Y en las
últimas décadas del siglo 20 surgieron dos
esculturas: Marisel Jiménez y Leda
Astorga. Sus contribuciones son muy
esplendidas .
Pero ahora se vinculan costarricense; v
damas extranjeras que en los últimos años
conviven con nosotros. Y juntas, van
aportando nuevas visiones a la escurra en
Costa Rica, En sus obras podemos apreciar un
realismo estilizado en algunas pero en casi
todas predomina !a manera de tratar los
aspectos formales de manera sensorial,
sensible y sensual, y en otras una tendencia
hacia el arte no figurativo que obliga al
espectador a viajar a su alrededor para
contemplar nuevas formas proyectándose
en el espacio, en jardines llenos de
naturaleza, de luz y de vida. Se obtiene así
gracia, dignidad, armonía y tranquilidad.
Allí cada piedra, cada figura, son prueba
de! modo contemplativo que expresa sus
valora en belleza.
El arte es un proceso de penetración e
interpretación de valores emotivos
colectivos. las formas pueden contener o
expresar los valores de la época. Entonces,
al contemplar la obra, la comunidad toma
conciencia de su carácter y su cultura como
trabajo colectivo. Allí la fuerza le revela
su carácter. Pero en Costa Rica nos hemos
olvidado que las esculturas en sitios
públicos pueden ser el sendero que traiga
armonía a nuestra cultura fragmentaria y
altamente individualista y mecanlcista.
Olvidamos que el rmonumento puede
poner orden a símbolos capaces de dar
sentido al goce de la vida y de sus valores
humanos,
Dividamos la trascendencia educadora,. La
escultura exige campo abierto y un espejo
del agua.
Y con valentía esta parvada de escultores se
enfrentan a duras piedras o mármoles. Más
las anima el deseo de proyectar su
Imaginación creadora en obras que enriquecen
sentimientos de quienes contemplan sus
arquetipos. Pues novedosas
resultan muchas de sus creaciones.
En este ramillete de escultoras podemos sentir
el orgullo que e! magisterio de! artista Aquiles Jiménez resulta
fertilizador,
se desborda estimulante para que muchas de
las escultoras sientan ánimos para atacar el
material y sacar forma bellas.
Al expresar mi complacencia por esta
exposición deseo llevar a las creadoras mi
agradecimiento de amante del arte. Con
el deseo que Costa Rica se enriquezca artísticamente
con es aporte que dan las escultoras
Tzeitel Hernández, Tere Agüero.
Marielos Miranda. Carla Peralta. Graciela Ramírez, Patricia Garbanzo. María Fonseca,
Liiibeth Martínez, Ana Ulate. Silvia
Lizano. Emma Cecilia Ferreira, Silvia Duran.
Carin Spinelli y Laura vargas.
Mi deseo es
verlas crecer artísticamente, fecundas v robustas.
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