Rendimos hoy un sencillo pero sentido homenaje a
este grupo de mujeres ramonenses. Cada una de ellas
representa, y son ellas quienes nos han inculcado,
los valores que orgullosamente profesamos los
ramonenses.
En cada una de estas honorables matronas se reúne el
amor por la vida, la capacidad de hacer las cosas de
la mejor manera cada día; cada una de ellas es la
raíz de un tronco familiar que conocemos y
valoramos.
Vemos en ellas el genuino símbolo de la mujer
ramonense: trabajadoras, madres insignes, ciudadanas
ejemplares, educadoras, artesanas, artistas. Mujeres
que han luchado con tenacidad toda su vida para
sacar adelante sus familias, y a todos quienes han
estado a su alrededor. Ojala todas las generaciones
tuvieran la fortuna de tener un ejemplo como el que
ellas han dado a los largo de una fructífera y
prolongada existencia.
Hoy las saludamos y les agradecemos en nombre de
todo el pueblo de San Ramón por todo lo que ellas
significan. El glorioso pueblo en que ellas
nacieron, se criaron y se educaron, ha llegado a ser
nuestro legado gracias a ellas que supieron adoptar
los valores de sus padres, y durante muchos años los
han pulido y engrandecido, cual valiosas joyas, para
que hoy resplandezcan sobre nuestras existencias,
como el más preciado tesoro que poseemos.
Decía don Eliseo Gamboa, que todo lo que somos los
ramonenses, todos los que hemos construido, todo lo
que hemos logrado, se lo debemos a las mujeres. Con
este bellísimo ramillete de flores que hoy tenemos
en esta reunión, ala mas puras que el tiempo nos
muestra cada vez con mayor belleza, tenemos la
prueba de que las palabras de don Eliseo fueron
correctas.
Gracias señoras, muchas gracias a todas. En sus
vidas ejemplares, en lo que ustedes representan, nos
inspiramos los que queremos hacer prevalecer a un
ser humano solidario, equitativo y justiciero. |
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