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Charles Anthony Coiro
Hace algunos años tuve el placer de conocer a Charly.
En aquel entonces mi Ínteres en aprender algo de
esculturas en metal me condujo a su casa. Me recibió
en su taller, pulcro y ordenado, vestido en ropa de
trabajo, amable e interesado en darme la oportunidad
de entrar al mundo del metal, a su mundo de artísta-escultor.
Con el pasar del tiempo, el hombre pensador artista,
tímidamente al Inicio, se abre a la amistad y al
afecto. Su faceta creadora, se une indisoluble a su
faceta de pensador y poeta, presencia permanente
como el sonido del agua de las fuentes, los árboles
y las flores que le rodean en su casa-mundo, y un
poco mas allá las bellas montañas escazuceñas.
Lector ávido, crítico del arte que se hace para
complacer a los curadores y a los marchands. Se
aleja del mundanal ruido, para producir meticulosa y
cariñosamente su obra.
Obras que se producen para el placer y goce
personal, a partir de pequeños bosquejos que se
trasladan al yeso, al bronce y principalmente al
femenino-metal que logra eróticamente flexibilizar y
dominar (siempre amistosamente), logrando formas,
texturas y colores que personalmente creo le
convierten en uno de los grandes creadores
escultóricos que viven en nuestro continente
latinoamericano.
Charles Anthony Coiro nace en mayo de 1929 en plena
depresión económica mundial en Manhattan, Nueva York,
en el seno de una familia de origen italiano y
aunque nacido en tierra norteamericana, se ha
sentido siempre mas ligado a la cultura italiana.
Su niñez, ¡unto a sus 3 hermanos se desarrolla en
Manhattan y poco después en Long Island, Nueva York.
Dibuja desde pequeño y recuerda que a los 9 años,
luego de estar jugando con otros niños haciendo
casas en el barro corre a su casa diciendo que desea
ser escultor. Sin embargo ese deseo infantil tardará
muchos años en concretarse. En su adolescencia
continúa haciendo dibujos y terminada la secundaria,
trabaja en distintos campos laborales que le
permiten ampliar su visión del mundo y adquirir
diversas habilidades.
Dos personas que conoce en esa época siendo miembro
del U.S. Marine Corps le introducen al campo
literario, filosófico y de la música. Estos dos
amigos, Pompey Lacullo y Miguel Rodríguez Ferret le
abren el mundo a la literatura y a la poesía y
producirán en él un gran y duradero impacto en su
desarrollo. En particular lo introducen a García
Lorca, Pablo Neruda, Antonio Machado y Constantine
Cavafy. Dylan Thomas le influye particularmente por
el contenido y la sonoridad de sus versos.
En 1958 se gradúa en arquitectura en el Pratt
Institute de Nueva York en donde más tarde sería
docente mientras se establecía como arquitecto en su
propia oficina. Allí hace un curso de escultura con
el escultor Sídney Gordin quien lo introduce al
trabajo con metal y a la soldadura en metal y le
estimula a trabajar en escultura. En los 70's
estudia con Anthony Lapadura, en el Silvermine
School of Art de Connecticut, aspectos básicos de
escultura y en particular la elaboración de moldes.
En su época de estudiante universitario, trabaja en
coreografías para teatro e iluminación. También
trabaja con actores profesionales en los Estados
Unidos haciendo puestas en escena para teatro
callejero. En 1960 se casa y emigra a Caracas,
Venezuela por dos años trabajando en la División de
Obras Especiales del Ministerio de Obras Públicas,
diseñando varias obras que fueron construidas en
Caracas. También trabaja en el teatro con el Caracas
Theatre Club.
En 1962 regresa a Nueva York donde recibe su
licencia de Arquitecto.
En 1964 contrae matrimonio, por segunda vez, con
Urleene Chaplain, conocida creativa de modas en
Nueva York. Juntos comienzan un período productivo
como consultores para varías compañías diseñando
variedad de productos como textiles, muebles,
tapices y artículos para el hogar y oficinas.
En este periodo trabaja como consultor en diseño
para UNIDO en Corea de Sur y Egipto. Pensando en su
retiro visitan Costa Rica en 1973 y en esa
oportunidad deciden que vendrán a vivir aquí una vez
pensionados. Luego de varias visitas al país en 1981
se trasladan definitivamente a Costa Rica. El
"pensionarse" viene unido a su compulsión de hacer
escultura. Es aquí en Costa Rica, donde Coiro ha
realizado casi toda su obra escultórica.
"La escultura y el pan son necesidades básicas que
necesito para sobrevivir" - nos expresa Coiro-
"alimentos para el alma y confieso que me siento
feliz por haber hecho lo que quise hacer y no lo que
otros quieren que los artistas hagan".
"La obra individual del artista debe remarcar, por
supuesto, sus preocupaciones primarias relacionadas
con el esfuerzo creativo. Me he negado a ceder ante
las exigencias de los estilos actuales cuyo rumbo no
ha sido fijado por los artistas, sino más bien por
los críticos quienes intentan controlar la estética
de una época y quienes invalidan la obra que
ejirumba por una estética tradicional y probada.
Parte considerable del "arte actual" que se puede
observar en galerías, exposiciones, bienales, etc.
seleccionada para los salones internacionales, está
pre-deter minado estilísticamente por el jurado
escogido, lo cual deja solo la expectativa que el
resultado será una continuación de lo que se puede
ver en las bienales de Venecía, Documenta, Sao
Paulo, etc. Pareciera que muchos artistas, en sus
deseos de estar actualizados, vuelven las espaldas a
sus propios estilos para acomodarse a un mercado y a
la opinión favorable de críticos, curadores o de un
jurado".
"No me interesa que una obra de arte contenga un
mensaje político, de medio ambiente o social pero si
entregar un mensaje estético, aunque hago escultura
fundamentalmente para mi propio goce y placer. No
tengo ni me preocupa tener un estilo, pero cada obra
es un reto. Mi obra es una mezcla, como lo es el
cotidiano, y es ahora que estoy preparando mi
exposición, que he tomado conciencia de lo que he
hecho. He descubierto - al mirar mi obra- lo que
hice y la evolución que he tenido. Pero esta
evolución - este proceso - no ha sido un proceso
candente, sino de maduración no candentemente
percibido. He notado que m¡ obra es mas libre, mas
lírica y personal y que mejor expresa mis actitudes
en este momento. Fue la necesidad de extraer el
placer de la forma, el movimiento y el color, lo que
me condujo a rechazar la obra "de moda",en aras de
lo que era de primordial para mí.
Prefiero el metal porque me permite hacer obras por
adicción (agregando, no quitando ), que es también
el proceso básico en arquitectura. Lo prefiero
asimismo (al hierro dulce negro) porque ofrece
resistencia, una resistencia que hay que vencer. Me
siento en armonía con el metal, reconozco y trabajo
con sus límites y los míos, logrando utilizar sus
rigideces y flexibilidades, lo que me permite lograr
obras rígidas y también muy flexibles, fluidas y
dúctiles como las curvas. Respeto el material y me
reta en mis habilidades y deseos y creo poder lograr
siempre lo que quiero. Muchas de mis obras reflejan
mi "yo" íntimo (mi femenino) por ello la frecuente
presencia de curvas y ondas, que además me permiten
transmitir movimiento, otra cualidad de lo femenino,
que nos permite el fluir. Las obras más rígidas,
reflejan más el carácter masculino. Así se completa
la relación dual en nosotros de lo
masculino/femenino.
Uso el color combinándolo con el carácter de la
obra, para que la refuercen en su expresión estética
y contribuyan al balance forma-color".
Solum Donas
San José, febrero del 2001
INTRODUCCION AL LIBRO "COIRO SCULPTURES" |
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A
MI QUERIDO AMIGO CHARLES
Conocí a Charles en 1983, cuando llegó a la Escuela
de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica
buscando ayuda para hacer el molde de una escultura
que había modelado en arcilla, por cierto bastante
compleja y muy bien resuelta para ser el primer
modelado que realizaba en su vida. En ese momento yo
era estudiante de Escultura y me ofrecí a ayudarle.
Después de un arduo trabajo el molde se resolvió y
hoy la podemos ver realizada en bronce, su título es
" Pasifae ",
A partir de ese primer encuentro, y por gran suerte
para mí, seguimos cultivando una linda amistad.
Charles siempre ha sido una persona inquieta,
estudiosa y con una constante disposición de
aprender y desarrollarse como artista. Siempre he
admirado muchísimo la profunda entrega, la seriedad
conceptual, y la rigurosidad técnica con la que ha
asumido el proceso escultórico. En sus inicios sus
obras eran de carácter realista , resueltas en
diferentes materiales. Siempre con la mejor
disposición de experimentar con el diseño y con la
técnica, poco a poco fue llegando a los metales, con
una enorme pasión que lo lleva a dominarlos de una
manera realmente impresionante. Muchas de sus obras
nos sugieren tanta sensualidad, suavidad y sutileza
que ¡amas pensaríamos que su soporte es el metal,
dada su plasticidad.
Me encantan sus últimas obras tan llenas de alegría,
de libertad, de humor y resueltas con una exquisita
maestría, las cuales nos invitan a vivir plenamente.
Admiro profundamente a mi amigo y su trabajo, su
energía, su vitalidad, pero sobre todo sus ansias de
aprender algo nuevo cada día. Para las nuevas
generaciones de creadores, su actitud, su empeño y
su pasión lúdica, son realmente estimulantes.
Leda Astorga San José - febrero 2001 |