|
|
El Portal del escultor
Ateniense
Orlando Carranzaq C. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
El origen del
pasito
|
|
|
|
|
|
|
|
San
Francisco
Vayamos al siglo 13. Entonces, san Francisco
de Asís, viviendo en total comunión con su
época, percibió mejor que nadie las nuevas
aspiraciones religiosas del mundo de los
laicos.
Por este entendimiento, a él se le atribuye
la orientación hacia nuevas formas de
pensamiento, de oración y de caridad. Y en
este despertar de una vida nueva, también se
le atribuye la costumbre de representar con
esculturas de bulto el nacimiento de Cristo
el 25 de diciembre. Se dice -sin pruebas
documentales- que la Porciúncula acogió a
seres vivos que representaban el nacimiento
del Niño Dios. Empero, historiadores
precisan que el primer pasito se representó
en 1223 d.C, con autorización papal en una
gruta de Greccio, Italia.
San Francisco de Asís construyó un simulacro
de la región de Belén y del nacimiento de
Cristo, por lo que estas reprsentaciones se
suelen llamar belenes o nacimientos o
pesebres. Su centro principal es el grupo de
esculturas independientes entre sí (la
Sagrada Familia, la muía y el buey). El
costarricense lia-ma pasito a las cinco
figuras que componen el nacimiento, pesebre
o belén y llama portal a todo el conjunto, a
la escenografía en la cual el pasito es el
Sol, aplicando la concepción del sistema
solar, pues las otras figuras y decoraciones
vendrían a significar algo así como los
planetas y las constelaciones que giran en
torno al Sol. |
|
Natividad de Juan Manuel Sánchez |
|
Situado en
una especie de establo, días antes del 24 de
diciembre, se instala el grupo de la Sagrada
Familia menos al Niño Dios. En la noche del
24 de diciembre se coloca al Niño en su cuna
de pajas. Y esto da principio a los rezos
del duodena-rio. Generalmente, para la noche
de san Silvestre se colocan los tres Magos a
prudente distancia del grupo. Cada día se
les va acercando, pues deben llegar al
establo el 6 de enero para rendir adoración
al Recién Nacido. Al anochecer del 6 de
enero, día de la Epifanía, se celebra el
último rezo del duodenario para indicar el
fin de la época navideña.
Por la propia naturaleza de su devoción, los
franciscanos colocaron al Divino Infante en
el centro de la escena. A la derecha, la
Virgen y san José a la izquierda, pues en la
Biblia se dice que la mano derecha tiene el
puesto de honor. Considerando esto, los
teólogos medievales dieron gran importancia
al lugar de la mano derecha. Por eso, en las
escenas de la crucifixión o del Juicio
Final, la Virgen está a la diestra. Y esta
distribución fue seguida puntualmente, sobre
todo por los franciscanos «espirituales»,
quienes acabarían en el siglo 14 por dividir
la orden en «fraticellos» y «moderados». Y
todavía, en el siglo 15, continuaba la
oposición entre los «observantes» y
«conventuales». Esta oposición habría de
desembocar en 1517 d.C. en la escisión de la
orden de los Hermanos Menores. Y en esta
escisión, fue-ron los conventuales quienes
mantuvieron, con más vigor, la costumbre de
escenificar con esculturas la representación
del Nacimiento de Cristo. |
El pasito
La costumbre pasó de Florencia a la ciudad
de Roma donde el belén se llenó de
simbolismos. El arte era utilizado por la
Iglesia para enseñar a aquellos que no
sabían leer. Es decir, la iconografía tenía
fundamentalmente una finalidad pedagógica, o
si se quiere, catequizante. Era el auxiliar
de la predicación; entonces, en Roma, se
añadieron al belén otras figuras. Además de
la Sagrada Familia, la muía y el buey, se
estableció que deben ponerse estas otras
figuras:
• Doce ovejas para simbolizar los doce
patriarcas, las doce tribus del Antiguo
Testamento y los doce apóstoles del Nuevo
Testamento.
• Tres pastores. Antiguamente los reyes eran
considerados pastores, como dice Platón. De
ahí que estos tres pastores simbolizaran el
oficio de rey, porque el pastor ha de
apacentar y guiar, curar y lavar, trasquilar
y recrear a sus ovejas. Y el símbolo real se
recrea en los pastores de la Epifanía,
posiblemente astrólogos, pues fueron guiados
por una estrella.
• Dos sibilas, o sea mujeres sabias a
quienes los antiguos atribuían espíritu
profético. En este caso, la sibila de Cumaea
(antigua ciudad italiana que profetizó la
edad de oro con la venida de Cristo) y la
sibila de Eritrea, quien habló con desprecio
de la sabiduría pagana y llevaba una cruz.
• Dos profetas: Isaías (h. 7:14), por su
profecía de una virgen que concebiría un
hijo a quien llamaría Emmanuel, esto es
"Dios con nosotros". El otro profeta es
Zacarías (Zac. 9:9) porque profetizó el
alegramiento de las hijas de Sión cuando
Emmanuel rey iría a ellas, justo, salvador y
humilde, cabalgando en un pollino.
• Siete ángeles, simbolizadores de las siete
iglesias del Apocalipsis (Éfeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y
Laodicea) o las siete basílicas mayores de
la Iglesia Latina.
• Cuatro árboles, por los cuatro Padres de
la Iglesia Latina (san Jerónimo, san Agustín
de Hipona, san Ambrosio y san Gregorio
Magno); los cuatro evangelios; los cuatro
puntos cardinales para significar que el
cristianismo es doctrina católica, es decir,
que umversalmente comprende a todos los
hombres y a todas las criaturas, así las
buenas como las malas.
|
EL PORTAL
Luz y color► |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tomado del
Libro:
La
Navidad en Costa Rica,
394.266.3,
f386n
Ferrero
Acosta Luís, 1930
La Navidad
en Costa Rica - San José
C.R. EUNED,
2003, 176P
ISBN
9968-31-296-7
PRIMERA
EDICION |
|