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Astilleros Puntarenenses
o industria malograda |
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A mediados de
los 60 para los josefinos era casi obligado
durante las vacaciones de tres mese el
dejarse escapar por un fin de semana y si se
podía, por la semana completa al Puerto de
Puntarenas. También por lo general dependía
también del padres de la joven que
cortejábamos o que recordando “Amor de
temporada” debíamos ir a proteger. Un viaje
de casi 5 horas pasando por Heredia,
Alajuela, Tacares, Grecia, Sarchí y Naranjo,
al llegar a San Ramón nos sentíamos ya casi
en el puerto. Faltaba Cambronero y la
peligrosa Macacona. Pasado este calvario se
llegaba finalmente a Esparza donde nunca
entendí porque había que detenerse a comer
si ya estábamos por llegar al puerto. |
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No obstante,
siempre disfrute de un bistec a caballo en
los restaurantes junto a la carretera. El
Roble, Chacarita y El Cocal era estar en “El
Puerto” La Angostura también era sinónimo de
peligro Tan es así, que tiempo después
ocurrió que un bus se salió de la carretera
y quedo semi hundido en las aguas del
estero, muriendo un buen número de personas.
Pasado este susto, el calor ya era fuerte,
el olor a estero se hacia notar y mas allá
de donde hoy esta el Yat Club iniciaba una
serie de casitas entre las cuales se veían
galerones o entre frondosos árboles donde
habían botes en construcción, otros
terminados y gran cantidad de madera, sin
faltar en el ambiente un olor a mezcla de
cedro, brea y estero. Era interesante ver
los torsos de gente morena por el sol
trabajando en las diferentes partes de botes
pequeños y grandes. Este panorama se repetía
a lo largo del estero casi hasta llegar a la
Punta.
En 1994 tomé varios días de vacaciones
hospedándome en uno de los nuevos hoteles
que aparecieron en la zona. Con tiempo y sin
intereses que cuidar deambule desde
Chacarita hasta La Punta con toda calma,
paraba frente a todo aquello que me llamó
alguna vez la atención y que no tuve tiempo
para disfrutarlo realmente. Noté que de
aquellos recuerdos de un estero efervescente
de constructores de botes quedaba muy poco.
Paré en los que pude, observé como hacían la
quilla de un solo tronco, como montaban el
costillar, colocaban las tablas al
costillar. El tipo de armazón que constituía
la cabina de mando. El montaje de los palos,
rondanas y jarcia.
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De lo que fue
en los 60 hoy solo quedan si acaso 3
astilleros artesanales uno en el Cocal el
otro en la 20 y creo que uno hacia el
centro, el lado del estero ahora se viste de
lotes vacíos, estructuras que medio afloran
del piso ya que sus restos fueron saqueados
para el reciclaje.
El de la “20”
es de don Rafael Duarte “Pelota” quien
prácticamente trabaja para sí mismo ya que
su barco fue uno de los siniestrados cuando
hace dos años prendió fuego la Base Naval de
Puntarenas.
El del Cocal es de don Franklin Martínez ,
hombre adusto y curtido desde pequeño en
estos menesteres, Construyó botes por varios
años en el Salvador y finalmente se radicó
en este sitio. Nos indica don Franklin que
el Nautilis II, mismo que esta en esta
página y es el que se muestra en la botadura
después de un cambio de motor y calafateado,
fue construido por el hace 45 años, Indica
que el palo de quilla mide 18 metros, es de
cedro y fue sacado de un solo árbol. En
aquellos tiempos (1965) era normal ver hasta
30 “Carpinteros de Rivera” y sus asistentes
trabajando en el sitio. Estos eran hombres
que la experiencia, la iniciativa y el
aprendizaje por observación los convertía en
finos artesanos. Hoy en día no es posible
hacer un bote o barco de estos en maderas
por su costo tan alto. La resina vino a
sustituir a la madera. Las restricciones de
pesca hizo mella en la construcción de
botes. Las concesiones (¡Por variar!
[Interjección del autor]) a extranjeros para
la pesca también afectan, al venir estas
compañías con sus propios barcos.
El plantel donde había todo tipo de
maquinaria para trabajar la madera hoy se
reduce a unas cuantas máquinas básicas. Las
cadenas muestran el paso de los años, Lo que
pudo ser una industria floreciente y de
exportación languidece y desaparece sin
mayor réquiem. |
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La
experiencia de siglos, como tantas otras
cosas de nuestro ser costarricense
desaparecen, ya no importan, se crean
instituciones para velar pero que
rápidamente se convierten en puestos
políticos y enemigos del gremio que estaban
supuestos a "velar por..." |
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Botadura
de la nave despues del cambio de motor y
calafateo |
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Montaje de
una nueva nave a dique seco |
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Naves en
proceso en el astillero de la "20" |
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