Poeta de agrestes amaneceres
con susurros de arroyuelos
y orquesta de pájaros
cantores.
Envidio la feliz libertad
en que fraguas tus anhelos.
No cabe duda...
Dios te dio, lira y aliento!
En tus afanes existe,
alma de soñadora estirpe.
Heredia, 30 de julio de 1984 |