◄Inicio

         
Alejandro Villalobos

"FLUXUS"

Museo Calderón Guardia

14 de junio al 14 de julio, 2012

Santa Teresita, San José 

Exposiciones:

Individuales

Colectivas
Biografía
Premios
Obras
Comentario

 

 

El tránsito del paisaje natural al paisaje ideal
El paisaje siempre ha sido un tema recurrente en la obra plástica de los artistas de todos los tiempos. Quizás el hombre se explica a sí mismo y se refleja en una naturaleza que lo comprende, pero de la que el artista se aleja para poder entenderla y capturar su maravillosa belleza. El paisaje “per se” es una reafirmación de los parámetros estéticos de cada creador y su época.

Alejandro Villalobos, “Tarzaán” para los amigos(1962), no escapa de este elemento subyugante del paisaje y con su muestra Fluxus, que presenta en el Museo Calderón Guardia, nos plantea una búsqueda de lo esencial en él.

 

Luis Rafael Núñez, Alejandro Villalobos, Rolando Cubero

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Partiendo de obras que recuerdan su última exhibición Paisaje herido (basado en el terremoto de Cinchona) y sus anteriores exposiciones, el paisaje en Villalobos siempre ha sido lluvioso, húmedo; totalmente tropical y compatible con nuestra propia visión del paisaje costarricense. La génesis de “Fluxus” se complementa con los reflejos de los charcos después de los aguaceros que descomponen la imagen y crean una nueva selva a ras del suelo. De esta manera vemos como va despojando sus paisajes de la referencia figurativa.

Abandona la figura, pero no así la emoción ni la significación del paisaje; su obra sufre una mimesis hacia la depuración de lo esencial partiendo de lo real.

Fluxus es una investigación externa e interna, donde Villalobos se lanza a una búsqueda de ese factor primigenio que compone el paisaje y de su propia forma de interpretación y aprehensión de la naturaleza. Su punto de partida en este viaje es una investigación de los materiales pictóricos, de sus densidades y tiempos de secado. Luego nos plantea una nueva visión del paisaje, el paisaje interno, el cual crea con un sustrato de la figuración y el color anterior a su formación. Esta es la búsqueda de su obra, así como un testimonio de su gran amor por el bosque.

 

Así compone obras de mediano y gran formato que le permiten mostrar su visión totalmente liberada, ya sin asomos de referentes figurativos. Ahora Alejandro nos dirige más hacia un mundo de color totalmente despojado de la forma, y buscando un componente totalmente abstracto, surge una nueva visión del bosque ya más subjetiva, casi una insinuación, pero que de igual manera impacta por su libertad y belleza.
Luis Rafael Núñez Bohórquez, director y curador del Museo Calderón Guardia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El fluir de la pintura.

La inspiración fluye y el pigmento tiene vida propia…
De esta forma, lentamente, las obras se van pintando así mismas…
Mi intervención es discreta, la mano no es tan “divina” pero direcciona el flujo de color hacia donde creo que funcionará…
Sinergia pictórica podrían llamarla, no importa el título, para mí son emociones profundas, cultivadas cromáticamente.
Sí bien es cierto el paisaje ha sido un recurrente en mi vida artística, el abandono del referente figurativo en la presente exposición, determinará el rumbo de mis nuevos trabajos, proyectos y propuestas.
Fluxus es el paso decisivo para el cual me preparaba desde hace 10 años, reuniendo madurez creativa y trabajando mucho para conseguir una secuencia lógica de eventos pictóricos.
Los materiales de tipo industrial son el vehículo expresivo idóneo para mi propuesta, mismos que vengo manejando desde hace 22 años y en los que confío para completar mi idea artística.
Solamente puedo hablar de pintura de una forma directa: pintando!
Lo demás será discurso y le corresponde a otros la tarea…
Quién tenga ojos, que venga y vea…

Alejandro Villalobos Cabezas
Artista Visual

 
   
 
   
 
                 

 

 

   

Cielo I

Mixta sobre madera

 

  Díptico  

Cielo II

Mixta sobre madera

 

   

s/n

Mixta sobre tela

                 

 

 

 

 

 

Canícula

Mixta sobre madera

 

Lluvia

Mixta sobre madera

 

Mixta sobre madera

 
 

 

Semilla

Mixta sobre madera

     

Flor

Mixta sobre catón

     

Tarde

Mixta sobre madera

                 

 

 

 

Recuerdo

Mixta sobre madera

 

 

Perfil

Mixta sobre madera

 

 

Nube II

Mixta sobre madera

 

 

Cielo y Tierra

Mixta sobre madera

 

 

Lecho  marino

Mixta sobre tela

 

   

Islas

Mixta sobre tela

 

   

Ola

Mixta sobre tela

 

Oleaje

Mixta sobre tela

 

   

Momento

Mixta sobre tela

 

 
 

   

 
   

Fluxus

Mixta sobre tela

     

s/n

Mixta sobre tela

   
                 
 

 

Terra

Mixta sobre mcartón

 

 

 

   

 

Tierra II

Mixta sobre tela

   

Magma

Mixta sobre madera

   
         
 

Arenas

Mixta sobre tela

     

Cálida inspiración

Mixta sobre lienzo

 
                 

             

 

     

 
   

   

Huellas

Mixta sobre madera

 

Coral

Mixta sobre lienzo

 

Tierra

Mixta sobre tela

 

Trasfondo

Mixta sobre cartón

 

Geo

Mixta sobre catón

                 

 

 

 

 

#4

Mixta sobre cartón

 

#5

Mixta sobre cartón

 

Metales

Mixta sobre lienzo

 

Eternidad

Mixta sobre lienzo

 

Gris II

Mixta sobre madera

                 
   

     

   
   

Croal I

Mixta sobre tela

 

     

Coral II

Mixta sobre tela

 

   

 Alejandro Villalobos presenta una nueva producción que se orienta en el ámbito de las formas puras. Para quienes han estado en contacto con su obra anterior referida al paisaje, podría muy bien entenderse como una conclusión lógica de su interés por lo pictórico, una especie de acento en aspectos y facetas que aparecían con fuerza ascendente en su obra anterior.
Esta su pintura reciente explora las posibilidades mismas del lenguaje visual, desnudo en sus elementos constitutivos, como forma que es capaz de expresar y comunicar sin recurrir a la figuración. Manchas, movimientos, formas, texturas y contrastes generan espacios que sugieren y plasman un universo de energías que el espectador puede asociar con la fuerza de la naturaleza, con el corazón mismo de la vitalidad cambiante, identificando una poética singular.
La experimentación creativa que va desde la acción que libera el azar y el “accidente controlado” hasta la intervención de la mano del pintor para imprimir su huella y su deseo en la superficie plástica, es también un tema explícito en el fluir constante de colores y materiales. La investigación pictórica, la creación de posibilidades y procedimientos técnicos y la acción experimental con materiales diversos configuran los símiles que Villalobos elabora para conducirnos a reflexionar sobre el acto mismo de la creación en artes visuales.
El espectador está invitado a dejarse llevar por la fluidez y la espontaneidad del dinamismo y el maridaje de materiales y efectos para descubrir, a medida que se adentra en las superficies cromáticas, la racionalidad del experimento dirigido y la lógica de la investigación creadora que domina las pinturas.
Durante muchos meses e imbuido de un espíritu de libertad que poco a poco descubre y estructura sus propias reglas, Alejandro Villalobos construye la trayectoria de un experimento visual en el que lo pensado como esmalte industrial o barniz o polímero, con fines ajenos a lo estético, deviene pictórico y adquiere una dimensión plástica que le lleva al mundo del arte.
De las formas que nacen, crecen y se transforman sobre las superficies podemos asociar una y mil veces las posibilidades de un juego sin fin, cuyo espíritu lúdico reconstruido una y otra vez nos permite la reinterpretación de sentidos en consonancia con las oscilaciones del proceso creativo que dio origen a cada una de las piezas.
Podemos también apoyarnos en los empastes y en las pinceladas emotivas de sus escenarios de montañas, lluvias y tormentas para desde ahí ingresar al nuevo mundo visual que como germen yace escondido en los intersticios de estas pinturas que nos recuerdan la intensidad del paisaje romántico y su salto al abismo o su arrobamiento sublime. Debajo de la piel de estas producciones anteriores está ya contenida la esencia de la nueva propuesta. Más allá de las fronteras de lo que modela las tendencias que pueblan el resbaladizo mundo de las artes visuales, Villalobos nos ofrece la tesitura de una sensibilidad, la huella de una inquietud modulada en lo pictórico y azuzada por un componente que busca la investigación del lenguaje visual y de unos materiales -quizá no pensados para lo estético- pero que, por virtud de una voluntad plástico inquisitiva, se tornan pintura en su esencia misma.


Efraín Hernández Villalobos
Escuela de Arte y Comunicación Visual
Universidad Nacional.

         
 

Copyright © 2008-2013 RCB. Reservados todos los derechos.
Revisado el: 15 de octubre de 2014 11:41:04 -0600.

 
 

Nos gustaría saber sus comentarios

Libro de visita, autor, enlaces

e-mail