Siglo de Oro al acrílico
Ya desde  1875. el cubano José Martí  y el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera dejan de lado los movimientos literarios de moda en su época, para enraizarse  en el Siglo de Oro español, de ahí nacerla una nueva forma de hacer literatura, porque como bien dice Octavio Paz , "tradición no es continuidad sino ruptura"

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Y en medio del marasmo del posmodernismo de cliché que nos rodea, Luís Tenorio se atreve a enraizarse en dos figuras del barroco español; Diego de Velázquez y Silva y Francisco de Zurbarán, adentrándose en dos de sus obras  capilales: el "Cristo Crucificado  de Velásquez y el "San Francisco* de Zurbarán Pero también muy posmodernamente, se las apropia sin ningún complejo autorretratándose a los pies del Cristo  retratando a un marginal que bien conoce, en la posición del San Francisco de Zurbarán,

Tenorio recorre nuevamente territorio del barroco español: pinta alta prima y se goza con las ondulaciones,  lo planos de luz y sombra que dibujan a las formas, el naturalismo, la psicología de los personajes, las manchas definitorias de contornos imprecisos, el tenebrismo, Pero desmitifica la intención apoderándose  de esa crucifixión  que movió a Unamuno a escribir:

"¿En qué piensas Tú, muerto, Cristo  mío?", atribuyéndose  el mismo la acción, siendo entonces él, quien le piensa y le clava en la cruz. Es el caso del marginal que ve al cielo como el San Francisco de Zurbarán. sólo que aquí, somos nosotros, el público, quienes deberemos resolver  la Interrogante ¿a quién ora o qué ve este hombre hacia arriba? Pintura» religiosas sin sarcasmo pero paradójicas, en una época en la que la peligrosidad del marginal esta mucha mas presente en nuestro cotidiano que el simbolismo cristiano del siglo XVll; pero no nos engañemos, en America Latina, el marginal aún se hinca frente al santo a orar para que "el trabajito" le bien y el  gerente general de la agencia publicitaria, vaya a misa todos los domingos.
 

Marcela Valdeavellano

noviembre de .2010