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Guillermo Hernández |
Mis Escritos |
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Exposiciones:
Individuales
Colectivas
Biografía
Premios
Obras
Comentario |
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1987 |
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Monografía de
Graduación |
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La
Animalística
en La Escultura
Costarricense |
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Monografía |
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INTRODUCCIÓN
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1- EL PROBLEMA Y SU IMPORTANCIA
El propósito de este
trabajo es de justificar la persistencia de la
temática animalística en la escultura costarricense
motivado por la necesidad de realizar un estudio
específico de estas manifestaciones mediante un
análisis monográfico de la escultura animalista en
la Época Precolombina; en la Colonia; en los
escultores de la Nueva Sensibilidad; y en algunos
escultores contemporáneos de nuestro país que han
dedicado parte de su producción plástica a cultivar
esta modalidad de la escultura.
El problema planteado en la presente monografía es
el siguiente:
¿Dé qué manera la iconografía precolombina, ha
influenciado a los escultores costarricenses que han
interpretado el tema animal en sus obras?
Para responder a esta interrogante es necesario
realizar un enfoque retrospectivo y a la vez actual
de la Historia del Arte Costarricense para analizar
la situación de la escultura animalista y las causas
que motivaron a los artistas a cultivar esta rama de
la escultura en nuestro medio ya que no existe un
estudio específico en este campo artístico.
En el presente siglo la simpatía por el arte
precolombino llevó a artistas y estudiosos a volcar
el interés hacia un análisis científico y estético
de éste. Gracias a la Arqueología se ha logrado
poner en boga conceptos revolucionarios en el campo
teórico, metodológico, y la interacción con otras
ciencias, al reconstruirse el mundo antiguo con las
obras y actividades del hombre precolombino en sus
diversos aspectos: costumbres, arte, religión,
organización social y económica, etc. Es
precisamente en el arte donde encontramos la esencia
y expresividad del pensamiento aborigen pues los
símbolos que expresaba el artista tenían la misma
connotación básica tanto para él como para su
comunidad ya que se nutrían de un sentimiento común;
el realismo mítico en comunión íntima con el cosmos.
La colonia con su concepción monoteísta del Universo
rompió aquella comunión entre el hombre y la tierra
con el alma y el espíritu del indio sin raíces
telúricas, desmembrado se desmoronó, en las noches
de la Historia. A la valoración cuantitativa de los
tesoros de la conquista la siguió un movimiento
iconoclasta y las deidades cosmogónicas o paganas
fueron sustituidas por la imaginería. Durante la
Colonia y en lo sucesivo predominó en el arte el
gusto por la estética europea; la escultura
animalista se ve limitada a figuras decorativas en
portales, símbolos religiosos, etc.
Durante la década de 1930 varios artistas se someten
voluntariamente a las mismas influencias y se operó
un "resurgimiento" en el arte de nuestro país. Los
escultores Néstor Zeledón Várela, Juan Manuel
Sánchez, Francisco Zúñiga y algunos más, a pesar de
no producir únicamente esculturas animalistas,
logran generar y encauzar un sentimiento de búsqueda
de una nueva sensibilidad, que más adelante,
artistas como Hernán González y José Sancho,
mediante una interpretación moderna del volumen
hacen del tema animal un verdadero pretexto para
crear la escultura. El escultor Aquiles Jiménez en
algunas de sus obras logra fusionar la figura humana
y la animal, contribuyendo y aumentando así las
posibilidades expresivas de esta temática.
Sin embargo, la esencia de la obra animalista en la
escultura costarricense debe de ser ponderada en su
contexto social e histórico, pues cada período goza
de su arte y las influencias estéticas de dicho arte
no obedecen exclusivamente al influjo del arte
precolombino.
El escritor Luis Ferrero Acosta, exhorta de una
manera concienzuda a los artistas costarricenses
cuando expresa: "Inquieta apreciar que si hilos
invisibles de la mentalidad precolombina vivifican
al hombre contemporáneo, ¿Por qué nuestros artistas
actuales no enraizan sus obras con la esencia de la
tradición indígena? (2)
A manera de referencia es importante recordar que en
el arte prehistórico la representación de animales
en la escultura es abundante y su repetición
artística tenía una finalidad propiciatoria.
La pasión por simbolizar la figura animal en la
escultura prevaleció a lo largo de los siglos en
culturas como Asiria, Persa, las civilizaciones
Egéas y del Mediterráneo. En Egipto alcanzó
magnitudes que superaron, por su destreza de
ejecución a otras culturas, ya que la religión en la
civilización egipcia confirió a la fuerza bestial un
atributo del poder divino, el león, el águila, el
toro, la serpiente, animales que han ocupado también
un lugar preponderante en las primeras mitologías de
la Historia de Humanidad.
Creemos conveniente también destacar el aporte al
arte universal que han dado escultores de la talla
de Flannagan; Barye; Pompón; Mateo Hernández;
Matisse; Brancusi; Marini; Picasso; Koening; para
citar algunos, quienes con sus esculturas
animalistas contribuyeron a estimular la imaginación
creadora de las culturas de esta temática en nuestro
país.
Sea el presente trabajo un reconocimiento a los más
destacados escultores de la animalís-tica
costarricense, que con su obra han servido de
eslabón entre el pasado y el futuro. Al artista
anónimo precolombino; a los santeros pueblerinos de
la Colonia; a los escultores de la Nueva
Sensibilidad que interpretaron la temática
animalista con gran acierto; a los artistas que en
la actualidad inspiran sus obras en la fauna,
continuando así con una tradición artística.
Ferrero Acosta Luís,
Costa Rica Precolombina (Editorial Costa Rica .
1975).P. |
2.- MARCO
TEÓRICO
2.1
La animalística en la Escultura Precolombina.
2.2
La temática animalista en la Colonia.
2.3
En busca de una escultura autóctona.
2.3.1 Néstor Zeledón Várela
2.3.2 Juan Manuel Sánchez
2.3.3 Francisco Zúñiga
2.4
Otros escultores que han cultivado la temática
animalista
2.4.1 Hernán González
2.4.2 José Sancho
2.5 La temática animalista en los nuevos valores de
la escultura costarricense.
2.5.1.
Aquiles Jiménez
3.— OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL:
3.1. Destacar la persistencia de la temática
animalística en la escultura costarricense, desde la
época precolombina a la época actual.
3.2. Objetivos específicos:
3.2.1. Establecer el contexto histórico y social de
la escultura animalística en la Época Precolombina,
La Colonia, la Generación Nacionalista y la época
actual.
3.2.2. Destacar la labor realizada por los
principales exponentes de la animalística de la
Escultura Costarricense.
3.2.3 Determinar la influencia de la iconografía
precolombina en los escultores que han interpretado
el tema animal en sus obras.
PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO
I- Tipo de investigación. Monografía.
Este trabajo monográfico se realizará mediante la
recopilación de datos bibliográficos, consultando
catálogos, publicaciones en periódicos, revistas,
etc., por medio de grabaciones magnetofónicas con
los escultores en estudios y consultando a las
personas o instituciones autorizadas.
2- Fuentes de información.
Estudio preliminar bibliográfico sobre la escultura
precolombina y la temática zoomorfa consultando la
mayor cantidad de material específico.
Fotografías:
De esculturas donde se destaca la temática-animalística
desde la época precolombina hasta la época actual.
Diapositivas:
Mostrando las obras representativas de la
animalística en la escultura costarricense.
Grabaciones magnetofónicas realizadas por el autor
de esta monografía.
3- Análisis de la Información
— Recopilación de datos sobre la escultura
animalista de la Época Precolombina y de La Colonia.
— Análisis de la obra escultórica de Néstor Zeledón
Várela, Juan Manuel Sánchez y Francisco Zúñiga en lo
que respecta a la escultura animalista.
— Seleccionar los datos referentes a la obra
escultórica animalista de Hernán González y José
Sancho.
—Hacer un estudio comparativo de las obras
animalistas de los escultores tratados en la
Monografía para determinar la influencia de la
escultura precolombina.
—Ilustrar el trabajo
documental con fotografías alusivas y diapositivas.
ALCANCES Y LIMITACIONES
1. Proyecciones:
Se pretende con este estudio monográfico justificar
la persistencia de la temática animalística en la
escultura de nuestro país, a la vez rendir un
reconocimiento a los escultores de esta temática.
2. Limitaciones:
Carencia de la bibliografía específica en el que se
enfoque el tema zoomorfo en la escultura
costarricense.
|
Capitulo
II
La
Animalística en la Escultura Precolombina
Costarricense
|
CAPITULO II
LA ANIMALISTICA EN LA ESCULTURA PRECOLOMBINA
COSTARRICENSE
Repasando la Historia del Arte Universal nos
encontramos que la temática animalística en
el arte prehistórico ocupó un interés
primordial, pues este arte impregnado de un
realismo mágico pretendía crear un doble del
modelo o más bien sustituir y ocupar el
lugar del modelo.
"Nuestros antepasados aborígenes interpretan
fielmente la naturaleza al imitar figuras de
animales de gran realismo, sin embargo se
destacan muchas veces las estilizaciones y
concepciones fantásticas de los animales
conocidos por ellos.
En la mayoría de los casos humanizaron estos
animales tal vez para representar ciertas
deidades propias de sus rituales.
Según documentos antiguos se sabe que habían
logrado domesticar animales como el Chompipe
y el Perro Mudo, éste último era encebado y
su carne era muy apetecida en grandes ritos
ceremoniales:
Del Chompipe se aprovechaba su carne y
huevos además sus plumas eran usadas como
ornamento. También era inspiración de
motivos artísticos.
De los animales que lograron amansar estaban
El Papagayo del cual extraían su bello
plumaje.
El mono era usado para mimarlo pero su carne
era bien apreciada, obtenían su carne, el
cuero y también lo usaban como motivo
artístico.
Del Tucán usaban sus bellas plumas, se tenía
para mimarlo y también era usado como motivo
artístico decorativo.
Al saino se le cazaba y se aprovechaba su
carne"
(1)
Debido a las circunstancias históricas de
nuestro país en la época precolombina en
nuestro territorio la influencia de las
culturas foráneas trajo como consecuencia la
división de éste en dos sectores culturales:
uno de tradición mesoamericana y otro de
influencia sudamericana o área intermedia.
El sistema de vida se desarrolló en torno a
una economía basada en la explotación de los
recursos del bosque tropical húmedo para
cubrir las necesidades de una población
agrícola, recolectora, cazadora y que apenas
hacían uso de algunos recursos minerales.
Así, el sector mesoamericano se distingue
por el cultivo de granos y el sector de
influencia sudamericana basa su agricultura
en la siembra de tubérculos.
(1)
Museo del Jade Instituto Nacional de
Seguros. Catalogo La figura zoomorfa en el
arte precolombino Explosión Rotativa |
En el campo
artístico las influencias foráneas operan en
el escultor precolombino un proceso de
simplificación de la figura animal que se
lleva hasta las últimas consecuencias. Por
ejemplo, la representación del jaguar va
desde una figura real hasta llegar casi a un
punto irreconocible o sea un ojo rodeado de
algunas curvas debido a que de acuerdo al
pensamiento mágico aborigen la forma es el
signo mismo, la representación de la deidad
es la deidad misma que se identifica con el
objeto representado.
Generalmente
los dioses se relacionan con estilizaciones
de lagartos, serpientes emplumadas, aves,
ranas, jaguares, monos, lagartos, etc. que
simbolizan atributos divinos para el
artífice y para su comunidad. Este realismo
mítico o mágico se produce cuando el artista
interpreta la naturaleza y como
intermediario entre los hombres y los dioses
se preocupa de capturar el espíritu del
animal, que era a la vez una deidad
protectora, así este arte es un mito de
sustitución.
Hemos dicho que la representación de la
figura animal en la escultura precolombina
evolucionó desde un realismo ingenuo e
imitativo hasta la representación plástica
imaginativa, simplificada y abstracta.
La supremacía
de la temática animalista según el
arqueólogo Carlos H. Aguilar Piedra, obedece
al culto del chamanismo en nuestros
aborígenes que buscan explicarse los
principios generadores de la naturaleza. Así
cuando dice: "esta idea ocupa una posición
predominante en la mentalidad religiosa de
nuestros aborígenes, especialmente la idea
de ave espíritu en su función de sicopompo o
conductor de almas", da una explicación
satisfactoria y justifica la gran cantidad
de esculturas aviformes encontradas en los
diferentes sitios arqueológicos.
El historiador Carlos Meléndez Ch. al
referirse a las piezas aviformes las asocia
con la representación de Sibú, deidad
suprema de los aborígenes, a la vez los
gallinazos eran los si-copompos que
conducían el alma de los guerreros al mundo
superior.
En la Costa
Rica precolombina se operó una fusión de
temas y técnicas que el artista adoptó a las
ideas, creencias, a los dioses que protegían
a su pueblo. La mentalidad del aborigen,
perdido en un universo cuyas leyes naturales
eran incapaces de doblegar y comprender,
recurrió al realismo mágico y con utensilios
rudimentarios interpretó la fauna tropical
en diversos materiales.
Existen dos aspectos que conviene señalar,
que ayudaron a formar el estilo fecundo de
la escultura animalista precolombina:
1.- La interacción de los grupos humanos con
el medio ambiente, que trajo como
consecuencia los procesos de cambio
cultural.
2.- Los mecanismos de integración que
permiten la participación de grandes masas
de población en los valores y expectativas
de una orientación cultural determinada.
Cierto es también que la herencia foránea de
Mesoamérica (mexicana y maya) y el bagaje
cultural de Sudamérica (andina) aportaron
formas, señales, mitología, expresiones,
símbolos, acentos, materiales que
amalgamados en el crisol creativo de
aborigen dotó a las obras un carácter muy
particular único en el arte precolombino
americano.
Para la mentalidad mágico-religiosa de
nuestros aborígenes cada animal tenía un
dueño y el Chamanismo estimuló la creación
artística.
La
zootropía o fenómeno de transformación del
hombre en animal: Hombre-jaguar; hombre-águila; hombre-serpiente;
etc. estuvo presente en los ritos
ceremoniales de fertilidad, de fecundación,
de guerra, de protección.
Estas influencias provenían tanto de las
culturas del norte como del sector de
influencia sudamericano.
A continuación haremos un breve estudio de
la animalística en los dos sectores de mayor
influencia |
ANIMALÍSTICA DEL SECTOR DE INFLUENCIA
MESOAMERICANA
La influencia de las culturas mesoamericanas
(mexicana y maya) se localizan en la región
noroeste de Costa Rica, en la provincia de
Guanacaste. En lo que respecta a la temática
animal, esta fue tratada con diferentes
temas, técnicas y estilos.
LA ESCULTURA EN PIEDRA: Las investigaciones
revelan que en esta técnica existen
numerosos metates, trípodes en su mayoría,
que ponen de manifiesto una exquisita
tecnología lítica. Destacan estilizaciones
de animales como aves, jaguares, con
decoraciones geométricas y realistas
procedentes del Área de Nicoya.
También se pueden observar gran cantidad de
masas guerreras eleaboradas en piedra de
gran dureza que presentan también formas de
animal.
Gran admiración causan las esculturas
monumentales de Alter-ego "otro yo"
laboradas en piedra, relacionadas con el
culto al hombre-ave de tradición norteña.
Se destacan los asientes de piedra con
representaciones de lagarto ligados al culto
de la fertilidad y un tipo de metate
finamente tallado, trípode con forma felina
con la cabeza y los soportes tallados.
LA ESCULTURA EN JADE: La tecnología del jade
ha creado grandes polémicas entre los
estudiosos y las dudas hacen suponer que
fueron importados a nuestro territorio por
los Olmecas ya que no se tiene conocimiento
de yacimientos en nuestro país.
Son de gran estima los jades azules, los
jades verdes, verde claro, verde oscuro. Los
motivos que más se destacan son los
ornitomorfos y la deidificación del
murciélago. Tal es el grado de perfección en
esta técnica que se habla de la existencia
de artesanos especializados en la Gran
Nicoya que exportaban sus obras. Sobresalen
las piezas en jadeíta sobre todo los
colgantes alados con mezcla de la figura
animal y humana (Lám. I-a).
LA CERÁMICA ANIMALISTA. Esta técnica alcanzó
un desarrollo tal que trascendió al plano
artístico en este sector cultural. La
perfección en la tecnología ha hecho
necesario realizar un estudio complejo para
ubicarla en diferentes períodos de
desarrollo. Aquí, la presencia zoomorfa se
manifiesta constantemente ya que las
deidades se representan en vasijas,
escudillas, trípodes, ocarinas, incensarios,
etc. de pigmentos azul-grisáceo con negro,
curiosamente la antropomorfización del
murciélago es el tema más tratado, también
el alter-ego; aves, venados, murciélagos,
deidades zoomórficas, monos, pecaríes,
tapires, lagartos, pertenecientes todos a
los períodos Monocromo y Bicromo de la
cerámica.
9
En el Período Policromo las constantes
migraciones trajo el culto por las deidades
como Tlaloc (deida de lluvia). Quetzalcoatl
(Dios de la vida y la fertilidad), Xipec
(Dios de la primavera). Aquí, las figuras de
los animales se vuelven muy estilizadas.
Luego en el Período IV del Policromo Medio
(de 800 a 1200 años d.c.). Es característica
un tipo de vasija ovoide, Trípode, con pies
zoomorfos o cónicos con efigies de jaguar. (Lám.
1-b).
Otra vasija singular presenta vértebras en
forma de ave, todas con motivos policromados
alusivos a la Serpiente Emplumada, a Tlaloc,
la cruz maya Kan, la greca escalonada o
Xical-coliuhgui mexicano y el diseño en
barras verticales alternando con puntos.
También son bellísimos los incensarios
monocromos en dos partes; la superior con
temas de lagartos bicéfalos (Lám. 6-4)
A pesar de que la influencia de la cerámica
maya concede mayor importancia a las vasijas
con cabeza humana y trazados en ángulos, la
temática zoomorfa sigue perdurable.
En el Período V o Policromo Tardío (de 1200
d.c. hasta en contacto con los europeos). En
este período la cerámica se torna monocroma,
con engobes, pastillaje y ranurados. También
aparece una cerámica policroma grisáceo-azul
y se acentúa el uso de pigmetos azul
grisáceo con negro, loza negra, naranja
rojizo con engobe blancuzco.
Los motivos de la cabeza abstracta, de la
Serpiente Emplumada, el hombre-jaguar, y el
Ehecatl Tlaltecntli son frecuentes en la
cerámica de este período.
Lo notable de la cerámica precolombina es el
alto dominio técnico alcanzado, en la cual
se conceptúa y resume todo el espíritu
artístico de la época. Los procedimientos
decorativos son numerosísimos lo que ha
permitido un estudio por períodos. El
alfarero primitivo, por así decirlo, con su
trabajo esencialmente funcional, resume la
pulsación humana de su época pues las
manifestaciones artísticas tienen la
voluntad de expresar ideas y sentimientos
fundamentales. El Arte, para ellos, es algo
práctico, que tiene una misión que cumplir,
y esta misión viene envuelta en aquella gran
fuerza que avasalla todas las actividades
del hombre primitivo y que puede entrar en
una de las dos categorías siguientes: la
religión o la magia.
SECTOR DE TRADICIÓN SUDAMERICANA
Comprende el territorio costarricense
exceptuando Guanacaste en la región
noroeste.
Para un mejor estudio se ha dividido en tres
regiones arqueológicas a saber: Vertiente
Atlántica - Área Central y Pacífico Sur.
La escultura animalista en este sector fue
estimulada por la tradición de las culturas
sureñas que adquiere en nuestro pueblo
características propias y originales,
dándose la escultura animal con gran
variedad tanto en temática como estilos. (Lám.
4)
LA ESCULTURA EN PIEDRA. Nuestro territorio
es un yacimiento en la variedad de piedras
dado su origen volcánico. En este sector la
escultura en piedra alcanzó gran perfección
animados los artífices por la práctica del
chamanismo, la mitología mítica religiosa y
el culto a los muertos.
Sorprenden los metates de cuatro patas en
forma de jaguar (Lám. 3-a) que muestran un
gran poder de interpretación y soluciones
plásticas sorprendentes.
10
Las masas de piedra de forma circular
repiten la cabeza del jaguar simplificada
elaboradas la mayoría en piedras duras y
algunas finamente pulidas.
Las mesas de piedra o ceremoniales en forma
circular con motivos decorativos del jaguar
y otras que tienen los soportes calados
presentan figuras antropomorfas, motivos de
lagartos y aves de pico largo son fieles
ejemplares de un grado de perfección de la
escultura (Lám. 3-b)
También sorprenden las lápidas decoradas con
figuras de aves, monos y jaguares ligadas al
culto de los muertos y otras lápidas que
presentan la mezcla del ave-lagarto y el
jaguar.
En la región de Diquís sorprenden unas
figuras en piedra aplanada con base en forma
de espiga que representan
antropomorfizaciones del dios jaguar.
También algunas figuras de animales
estilizadas entre los que se reconocen los
jaguares, perros, tapires, o dantas,
lechuzas y armadillos.
Una excepción son los tambores en madera con
hendidura localizados en sitios
arqueológicos procedentes de Cartago con
mezcla de la figura animal, así como también
mesas de madera con base calada y motivos
animales. (Lám. 2-b)
Escultura en jade
Hemos dicho anteriormente que la técnica
lapidaria del jade en nuestro territorio
tuvo una gran influencia foránea. En este
sector se destacan algunos colgantes de jade
trabajados con la técnica de aserramiento de
cordel con el motivo zoomorfo con bastón de
Ave-Pico procedente de la Alta Talamanca y
que corresponde a una adaptación local del
Cóndor antro-pomorfizado que aparece en la
Puerta del Sol de Tiahuanaco.
En Línea Vieja aparecen ejemplares en jade
azul trabajados con aserramiento de cordel,
en bajo relieve o en bulto. Los diseños se
vuelven muy complicados sobre todo en los
colgantes estilizados que representan el
bastón de ave-pico de influencia Tiahuanaca.
Otras manifestaciones de aves solas, y otras
que portan una cabeza entre las garras o el
pico.
LA CERÁMICA ANIMALISTA
La realización plástica en lo que respecta a
esta técnica se presenta en figuras animales
aisladas y otras integradas a las formas de
las vasijas. La resolución de las formas por
volúmenes esenciales denota un gusto
artístico exquisito; un gran poder de
observación y un sentido de dotar a la
figura animal de una pose característica y
alternamente se tratan las formas realistas
y las abstracciones a base del realismo y
muchas son dotadas de gracia y movimiento
con gran dominio técnico del material.
Los sitios arqueológicos más ricos en
cerámica son las regiones de la Vertiente
Atlántica, Llanuras del Norte, Curridabat,
que caracterizan una cerámica monocroma, con
incisiones, pastillajes y punzonados.
La cerámica aviforme sosteniendo una cabeza
en el pico, o bien las vasijas trípodes con
detalles de zopilotes devorando un cadáver
son propias de la Vertiente Atlántica .
Otras ejemplares procedentes de Gran
Chiriquí son verdaderas esculturas de bulto
en cerámica, (venados) de pigmentación café
y con decoración bicroma de gran
plasticidad.
11
(Lám.
5).
En la región de Diquís la cerámica llamada
Alligator Ware representa la fauna de la
región y el tema marino: tiburones - peces -
crustáceos - caracoles de gran realismo y
vivacidad por la astucia del decorado. Por
su carácter monumental, sencillez y sentido
moderno del volumen esta cerámica requiere
especial interés.
Orfebrería Animalfstica
La influencia foránea sudamericana
desarrolló la metalurgia en nuestro
territorio alrededor de los años 250 al 700
D.C. El intercambio comercial trajo la
difusión de los estilos Sinú, Quimbaya,
Chibcha y Tairona y la metalurgia comienza a
desplazar la tecnología del jade.
Destacan la sub-área Gran Chiriquí, Línea
Vieja, Diquís y la Gran Nicoya en forma
tardía.
En Línea Vieja y Diquís se destacó la
técnica de la cera perdida. Destacan los
motivos aviformes (Sibú) y la combinación
fantasiosa de las formas animales y humanas.
(Lám. 2-a).
En las joyas del Istmo de Tumbaga aparece él
laminado y el cordón como elementos básicos.
En los tipos de joya Carbonera y Osa la
riqueza decorativa y el despliegue de
técnicas denotan cierto barroquismo ya que
formas de aves evolucionan de acuerdo a la
mitología cambiante y adquiere mayor
importancia el cuerpo humano mitificado, con
lenguas de serpiente que cubren el pene.
En el estilo Tairona el motivo de la rana
evoluciona de lo realista a lo abstracto,
con diferentes recursos técnicos: cordones
con falsa filigrana, lenguas bífidas,
cordones terminados en cabeza de serpiente,
muy típicos del Istmo de Tumbaga de gran
importancia ya que su estilo trascendió
hasta las fronteras Mesoamericanas.
La orfebrería en sí es caracterizada por un
gran realismo dramático y una vitalidad que
la transforma por mérito propio en un
verdadero arte. Hay que destacar las figuras
de Chamanes con cara de felino (Lám.8),
hombre-lagarto, hombre-murciélago. También
sorprenden la temática de arácnidos que son
de una gran precisión y de extremada
belleza, en donde el diseño se transforma en
un verdadero elemento estético.
Cabe destacar que estas representaciones
colectivas del arte precolombino implicaban
que el aborigen esperaba o temía algo del
objeto y las circunstancias, formaban parte
integrante de su representación y alimentan
diariamente su mentalidad mágica.
La mentalidad mítica del hombre precolombino
sigue la ley de la participación pues las
representaciones colectivas, los objetos,
seres, fenómenos, etc. pueden ser a la vez
ellos mismos y otra cosa distinta. De una
manera no menos incomprensible cada cosa,
según la mentalidad primitiva, emite y
recibe fuerzas, virtudes, acciones místicas,
etc. que se hacen sentir fuera de ella, sin
que cesen de estar donde ella está. Así por
ejemplo, la tributotémica de los bororos de
Brasil, dicen que ellos son araras (especie
de loros de rojo plumaje), y no en el
sentido de que se conviertan en esta clase
de animales en la vida de ultratumba, sino
que ya lo son actualmente en vida, sin dejar
de ser hombres.
12
Quizá lo más sorprendente del arte
precolombino costarricense es el tratamiento
de los materiales hasta lograr grados de
preciosismo y las soluciones plásticas que
lograron infundir en sus piezas. También se
habla de una estética precolombina
alimentada por el chamanismo.
CAPITULO III
LA ESCULTURA ANIMALISTICA EN LA COLONIA
|
"La religión y la moral, tal como la
entendían los conquistadores, no se
encontraban en los aborígenes y dedujeron
que ellos carecían de ellos" (1)
LAS RAZAS HUMANAS TOMO I
|
Posterior a la Conquista se inicia en
nuestro territorio un proceso de
colonización, de a-fulturación o más bien de
sustitución que, aparte de justificar el
"botín de la conquista", inicia un
movimiento iconoclasta y por ende la
implantación del monoteísmo, de nuevos
valores éticos, morales, sociales y
políticos, así como también, la sustitución
de la imaginería religiosa por las deidades
siderales de los vencidos. Esto trajo como
consecuencia la confusión y el caos y el
desagravio del indio y su arte potente y
original se perdió en las noches del tiempo.
"La vergonzosa marginación de que ha sido
objeto la historia cultural de América
precolombina ha terminado por reducirla, en
los manuales de historia, a un simple
apéndice, mezcla de curiosidad y exotismo"
(2)
Pese al aislamiento geográfico de nuestro
territorio el aborigen tenía un carácter
abierto y hospitalario.
"Tal carácter receptor tiene un correlato
sicológico determinante hasta nuestros días:
el sentimiento de curiosidad y hospitalidad.
El hombre precolombino, en general, tenía un
vivo sentimiento de justicia y carácter
amistoso. A esas cualidades unía un espíritu
abierto que lo impulsaba a acercarse a lo
desconocido" (3) Lo que explica, consideran
que antes de la conquista nuestro territorio
era visitado por mercaderes foráneos que en
forma directa o indirectamente aportaron su
tecnología, sus ideas estéticas y fueron
contribuyendo a la formación del carácter
receptor de nuestro aborigen, de nuestra
idiosincrasia.
"Antes de que esto sucediera, antes de que
el hombre blanco barbado viniese, el indio
podía ir donde le placiese o pudiese. En
cambio, en la Colonia los españoles
rompieron aquel íntimo consorcio entre el
hombre y la tierra. Dieron vida a un sistema
postizo, sin geografía, adventicio, con las
raíces al aire como la enredadera se rompió
aquella característica sustancial de
apegamiento a la tierra. La conquista blanca
sustituyó la tierra con el alma, y el alma
carecía de sentido, no se apoyaba en la
tierra" (4).
Hay en el complejo de las conquistas humanas
elementos materiales que evolucionan en
sentido ascendente, casi sin ninguna flexión
(por ejemplo: los sistemas de comunicación,
los de armamento, los de iluminación, y en
general todo complejo de las conquistas
materiales.
(1) LAS RAZAS HUMANAS TOMO I
Instituto Gallach de Librería y Ediciones,
S.L. Barcelona P. 36
(2) -HISTORIÁIS. Una tarea obligada.
Información y Publicaciones, S.A. Extra VI -
Junio 1978 P. 4
(3) Ferrero Acostó, Luis COSTA RICA
PRECOLOMBINA Editorial Costa Rica 1975 Pag.
381
(4) Ferrero Acostó, Luis
Editorial Costa Rica 1975 Pag. 383
A estas mejoras se les denomina
propiamente civilización. En cambio, el
complejo espiritual se transforma de un
modo, y aun hay en él factores que se
eternizan sin cambio sensible en sus raíces
profundas. El deseo de mando, el de
bienestar, las ideas sexuales, las ideas
religiosas y morales, el sentimiento
estético . . . lo que constituye propiamente
la cultura de un pueblo es un conjunto que
no llega a formar sistema, con unas raíces
en las constantes psíquicas del hombre, y
una cierta independencia respecto al
progreso técnico de este. Civilización y
cultura no son lo mismo" (5) Esa
implantación postiza de la cultura europea
determinó un mestizaje del arte en donde
privó las ideas estéticas barrocas,
fusionadas con el arte autóctono
indigenista, desencadenando en el arte
colonial o ultrabarroco, de factura
netamente religiosa. El artista
costarricense Francisco Amighetti se refiere
así al arte religioso en Costa Rica:
"Fuera de una que otra obra pintada o
esculpida que llegó a Costa Rica
directamente de España, la mayor parte del
arte religioso que se conserva es originario
de los talleres de Quito y principalmente de
Guatemala. Con la técnica importada de
España, cruzó también el océano, el espíritu
religioso del barroco de la contra-reforma,
produciendo particularmente en México, el
Perú, Ecuador y Guatemala, un arte que
igualó en mano de obra y en intensidad
espiritual al venido directamente de la
Península.
"La actividad artística que comenzó su
industrialización antes de la máquina, se
expandió desde los centros localizados en la
América Latina y empezaron a llegar a Costa
Rica una serie de pinturas e imágenes
talladas con objeto de llenar las
necesidades religiosas, de las iglesias y de
los particulares. Santos patronos como
Santiago, héroe nacional de España que la
iglesia militante volvió a poner en vigencia
como símbolo en la lucha contra los
infieles, fue el primer patrono de Cartago y
su imagen, forma parte de la colección de la
Iglesia de San Nicolás de Cartago. Se
sumaron otra serie de santos como San
Francisco de Asís, San Miguel, San Antonio
de Padua y San Gabriel, para citar solamente
algunos de los que alcanzaron mayor
popularidad. Santos que el Barroco
representó con predilección,
rejuveneciéndolos a casi todos ellos, como
en el caso tan notorio de San José con el
niño.
"La iconografía mariana está representada en
Costa Rica por la Virgen de Ujarrás, la de
los Angeles, la de los Dolores, la de la
Soledad, Nuestra Señora de Guadalupe y una
serie de Inmaculadas que alcanzaron una gran
difusión.
"El Crucificado, naturalmente es otra de las
imágenes que más aparecen, por la extensión
del culto cristiano en su aspecto más
dramático, y por último, dentro de esta
clasificación tan sumaria, me referiré a los
"Pasos" o nacimientos, en donde San José y
la Virgen se a-rrodillan ante el Niño Jesús
en compañía de la muía y el buey. La
costumbre de los nacimientos o "Portales"
con que se inaugura la Navidad de cada año
hizo que cada familia tuviera su
indispensable "paso", algunas veces con
finas coronas de orfebrería sobre las
cabezas y envolviéndolos casi siempre en una
transparente campana de vidrio como si
habitaran dentro
(5) LAS RAZAS HUMANAS TOMO I
Instituto Gallach de Librería y Ediciones,
S.L. Barcelona Pag. 35
16
de una arecirizada burbuja de cristal
protector. Se usó a menudo el cabello
verdadero, ojos y lágrimas de cristal y
vestidos de tela, en la persecución de los
efectos más realistas en esculturas
generalmente de madera. Al mismo tiempo la
técnica de la imaginería desarrolla
especialidades como aquella de los que se
dedican a la pintura de las carnes o de los
pliegues, con un admirable refinamiento en
la aplicación del oro".
"El panorama del arte religioso en Costa
Rica, revela entre otras cosas, el amor del
oficio de los viejos imagineros que parecían
trabajar sin prisa, estimulados por una fe
viva que ponían desinteresadamente al
servicio de una idea espiritual".
"Existe uno que otro brote de arte popular
religioso, como la tabla del San Miguel
pintada al óleo que interpreta el grabado de
este catálogo. San Miguel, el arcángel que
pesa las almas el día del Juicio Final y
luchó con el demonio, ha sido uno de los
santos más populares y así se explica su
representación. El artista anónimo que pintó
esta tabla deforma el dibujo en su afán
expresivo y usa colores que vibran en toda
su pureza cromática, llenando el fondo de
ingenuas florecitas. La misma mano que hizo
el San Miguel, es a través de un siglo o
más, la que reanuda la decoración de las
carretas pintadas, es decir, es el arte
popular y campesino que permanece idéntico a
sí mismo conservando sus esencias en todos
los cambios".
"A mediados del siglo pasado trabajan dos
escultores nacionales; uno, don Fadrique
Gutiérrez, del que pueden admirarse hoy
fácilmente, dos santos de piedra que
flanquean la cúpula de la Iglesia de El
Carmen en Heredia, así como también el San
Pedro que decora la fachada de la
"Parroquia" del mismo lugar. Don Fadrique da
a sus figuras un patetismo barroco y como en
las del Carmen, orienta las cabezas de los
santos graciosamente hacia el cielo que
siguen contemplando, pero sus pliegues
ondulan cargados de un peso y una gravedad
que no abandona la unidad del bloque en que
fueron esculpidos, como si se tratara de un
románico-barroco, no cronológicamente
hablando sino en el sentido que su
interpretación plástica le confiere a su
estilo".
"Juan Mora posee algunas esculturas
religiosas en iglesias de Costa Rica, aunque
probablemente su obra más original son los
bustos en madera policromados, todos ellos
retratos de un poderoso realismo, que han
sido exhibidos en varias ocasiones en este
mismo Museo. El Sr. Carlos Balser, publicó
una monografía del escultor Juan Mora, que
apareció en 1940 editada por la Imprenta
Nacional".
"A fines del siglo pasado, existieron
artistas costarricenses que se dedicaron a
la producción de Santos dentro de la
tradición guatemalteca como don Miguel
Rodríguez de San Ramón, don Miguel Ramos de
Cartago y don Pedro Pérez Molina en San José
y, se crearon talleres que todavía subsisten
como el de don José Zamora en Heredia y el
de don Manuel Zúñi-ga en San José. Lisímaco
Chavarría el poeta costarricense que también
hizo tallas de arte religioso efectuó su
aprendizaje en el taller de Zamora, de donde
también procede el escultor Juan Rafael
Chacón quien ha encauzado su arte por otros
senderos".
"Con respecto al taller de don Manuel.Zúñiga,
es digno de notarse que muchos de los
mejores escultores actuales, se han formado
en él como su hijo el escultor Francisco
Zúñiga, representado aquí por una cabeza de
la colección de don Ernesto Iglesias, el
escultor Juan Manuel Sánchez y Néstor
Zeledón" (6).
(6) Amighetti, Francisco CATALOGO DE ARTE
RELIGIOSO
Museo Nacional de Costa Rica - San José
Abril 1955 Págs. 3-4-5
17
Como se puede apreciar el panorama de la
animalística en el arte de la Colonia fue
limitado y se reduce a la confección de
animalística para los "pasos" (el buey, la
muía - ovejas -camellos - caballos -
animales domésticos que servían para adornar
los portales): Dentro de los oficios
religiosos la figura animal adquiere
connotaciones diversas: la serpiente como
símbolo del mal, representa al Demonio,
antítesis de Dios; el Cordero simboliza a
Jesucristo Redentor del Hombre; la paloma
blanca al Espíritu Santo o en el culto
Mariano a la Virgen María; el pez representa
al Cristianismo; los Evangelistas también
son simbolizados con animales; el león de
San Marcos; el Toro de San Lucas; el águila
de San Juan y el Ángel de San Mateo.
El trabajo del artífice de la colonia se
limitó a la imaginería y también a la
decoración de altares en donde quizá expresó
con mayor libertad, detalles bucólicos
inspirados en la flora y la fauna liberando
ex profeso el germen creador del aborigen.
"El mundo antiguo, que quiere resolver la
íntima contradicción existente entre el
menosprecio del trabajo manual y la alta
estima del arte como instrumento de religión
y de propaganda, encuentra la solución en la
separación del producto artístico de la
personalidad del artista, esto es, honrando
a la obra mientras al mismo tiempo desprecia
a su creador" (7) y no sólo se pierde la
estima por el artista sino que se
menosprecia la herencia prehispánica y el
aprovechamiento de la piedra como materia
prima es sustituida por la madera
policromada.
"En esos días el costarricense utiliza la
piedra únicamente para adoquinar o para
cantería. Se ha perdido el entronque con el
indio: en escultura, Costa Rica sólo cuenta
con los "santeros" y éstos no aspiran a
esculpir tan noble material. La vitalidad
auténticamente escultórica del anónimo
artista prehispanico interesa a unos pocos
extranjeros como mera arqueología, y
nuestros bisabuelos no sospechan el valor de
la estatuaria precolombina: no se preocupan
por recoger la herencia indígena, estudiarla
y regocijarla como obra de arte" (8).
La animalística en la Colonia no va más allá
de una manifestación popular las tallas de
los animales evidencian un arte popular
costarricense. Es digno de notarse que
existía la costumbre (que persiste hasta
hoy) de que los santeros que ejecutaban las
figuras humanas de los pasos no eran los
mismo que hacían las de los animales. Esto
perdura hasta nuestro siglo y así vemos como
a Néstor Zeledón Várela, en el Taller de
Imaginería de don Manuel María Zúñiga se le
encargaban las figuras animales de los
"pasos", debido a su gran conocimiento del
tema y a la destreza de su ejecución.
Guiados por los religiosos, los escultores
representaron a veces los animales dándoles
un sentido simbólico; pero una vez
entregados a su labor artística daban
libertad a su espíritu creador. Debido a esa
concepción simbólica del mundo los
imagineros recurren a las alegorías y a las
abstracciones personificadas. Por ejemplo en
la Natividad o "pasos" la presencia
(71 Hauser, Amold HISTORIA SOCIAL DE LA
LITERATURA Y EL ARTE Tomo I Pag. 157
(8) Perrero Acostó, Luis La Escultura en
Costa Rica Editorial Costa Rica Pag. 27
18
del
asno y del buey recordaban que el hijo de
Dios había nacido en un establo, como
símbolo de humildad, modestia; la presencia
de Dios no se delataba más que por la fe
profunda y el amor de la madre y el padre
adoptivo (Lám.
9-a).
Estas manifestaciones de la escultura
colectivas, y expresaban el pensamiento de
la iglesia, de ahí su carácter expresivo,
popular e ingenuo en algunas ocasiones. Las
figuras de los animales en muchos casos son
desproporcionados y el terminado que se les
da a las piezas es de menor calidad que el
de las imágenes, pese al hondo realismo que
priva en la época. Quizá esto se deba a que
la iconografía precolombina es transformada
y en su lugar se cultiva una nueva
iconografía: la imaginería religiosa (Lám.
7-8).
Sin embargo, aunque la Iglesia perseguía la
idolatría, presente en las esculturas zoomor-fas
precolombinas y en la mentalidad de los
aborígenes, no descartó totalmente la
animalísti-ca y gracias a los santeros, la
tradición se mantuvo. Al tratar de
espiritualizar la materia los escultores
lograron simbolizar, con una fauna
seleccionada por los teólogos, los misterios
de la Iglesia y los religiosos en pro de la
evangelización encontraron en el arte un
verdadero aliado para honrar a Dios y la
presencia de las órdenes religiosas en el
Nuevo Mundo.
Hemos tratado de enfocar en forma discreta
el azaroso transitar de la escultura
animalista en el Arte Colonial
Costarricense, pues aunque a nuestro juicio
constituye un ocaso de esta, su germen
permanece latente para brotar en la
generación de un grupo de jóvenes artistas
que orientando su temática en el pasado
prehistórico y buscando una nueva
sensibilidad estética se dieron a la tarea
de revivirla con proyecciones insospechables
pues "la evolución cultural forma una
unidad, algo así como una línea sinuosa
continua, que va desde los orígenes del
género humano hasta nuestros días, y se
proyecta sin interrupciones hacia el
porvenir". (9)
(9) LAS RAZAS HUMANAS TOMO I
Instituto Gallach de Liberia y Ediciones
S.L. Barcelona Pag. 35
19 |
CAPITULO IV
EN BUSCA DE UNA ESCULTURA AUTOCTONA
-NESTORS ZELEDON
-JUAN MANUEL SANCHEZ
-FRANCISCO ZUÑIGA
NÉSTOR ZELEDON VÁRELA "animalista por
derecho propio"
|
Zeledón tiene esa rara condición de artista
creador, que intuye y da vida a lo
instintivo, realiza con plenitud las
sugerencias que su imaginación le indica y
hace arte de calidad, pureza y fuerza.
—ARTURO ECHEVERRÍA LORIA— |
La concepción de la escultura en Néstor
Zeledón Várela está íntimamente ligada a su
vocación de escultor animalista, producto de
su larga experiencia vital, y así lo expresa
cuando dice: "el escultor animalista es el
más valioso" (1) al tiempo que señala una
obra animalista aún sin acabar a la que
bautizo "Resurrección". La enfermedad que lo
tuvo postrado recientemente no impidió que
su amor profundo por los animales se
plasmara en una escultura de un cebú echado
en la que reafirma su amor por la
naturaleza, por la vida y refleja su
espíritu inquebrantable. Néstor Zeledón
Várela no tuvo herencia artística, su
vocación nació de la observación directa de
la naturaleza. "De niño, recuerda, pasamos
épocas muy difíciles y tuvo que acompañar a
su padre en las faenas del campo y se
extasiaba con la fauna local.
Después visitaba el campo de experimentación
bovina en Goicoechea y ayudaba a destazar
las reses en el Matadero del lugar, quería
ver y conocer la anatomía de los animales.
¡Todo se aprendió en la vida!. Entonces
recuerda sus incursiones a las montañas de
San Carlos, Tilarán, Nicoya, etc. Lo conozco
todo, de la montaña a la costa, agrega.
También habla del Taller de Manuel María
Zúñiga a sus compañeros Juan Manuel, Zú-ñiga
y Chacón. Se consideraba que el escultor era
el que hacía un santo; otros opinaban que
ser artista era una burla o una locura.
Jocosamente añade —en todo caso un loco es
un buen inspirado—. (2)
Juan Manuel Sánchez refiriéndose al escultor
Zeledón Várela expresa: —"En el taller de
don Manuel María Zúñiga se le encarga que
hiciera el buey y la muía de los "pasos" y
tal como él los hacía así quedaban, tal era
la excelencia de ejecución pues siempre la
animalística fue el fuerte de Néstor" (3) y
precisamente esta especialización del
trabajo artístico consolidó la primacía
escultórica de Zeledón Várela y quizá por
eso dice": "El mundo tiene gran afición por
la escultura animalista, entre los
coleccionistas es lo que más gusta porque la
escultura humana se ha hecho mucho y
entonces se buscan nuevas poses, y allí es
donde triunfa el escultor animalista" (4).
El fallecido escritor y poeta Arturo
Echeverría Loria define al escultor así:
"Néstor es un intérprete de ese primitivo
afán de plasmar lo inasible, lo perecedero y
ungirlo de inmortalidad, que heredamos de
nuestros antepasados aborígenes".
(1) Conversación con N.Z.V, grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía.
(2) Conversación con N.Z.V. grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía.
(3) Conversación con J.M.S.
grabada magnetofónicamente por el autor de
esta Monografía.
(4) Conversación con N.Z.V.
grabada magnetofónicamente por el autor de
esta Monografía.
21
"Su poder de observación de la naturaleza,
su instinto de ver y sentir, lo acercan a lo
primitivo que comprende y ama con amor de
creador, de hacedor de formas". (5)
Su vida consagrada al arte lo llevan a
expresarse así: "El arte se hace con cariño
y con todo amor". Cuando se trabaja en el
arte se olvida uno del mundo exterior, sólo
se concentra en un pedacito de madera. He
vivido del arte y estoy agradecido con él,
lo quiero, lo amo y lo llevo a la realidad.
"Mi trabajo ha sido honesto y no tengo nada
que resentir de la Humanidad" (6) y es esta
actitud positiva y el estar en paz con la
vida lo que convierte a Néstor Zele-dón en
un gran optimista que alienta y vigoriza a
las nuevas generaciones de artistas. "Veo
muy bien el panorama de la escultura en
Costa Rica, estamos haciendo semilla nueva y
encuentro a la animalística muy buena,
adelantada, inteligente y primitiva". Hemos
descubierto un campo para renovar obras y
estilos sin salimos de las fronteras. (7) (Lám.
12)
Sin pecar de nacionalismos, en efecto, la
fauna que interpreta Zeledón está
circunscrita a nuestro suelo, enraizada en
su alma y el ejecutar la talla directa la
mente y el brazo son uno, "del cerebro a la
materia" como el propio Néstor describe su
escultura.
"Lógicamente, un escultor del temple de
Néstor Zeledón Várela no se da por vencido.
Realmente, la tercera edad hace ver a los
seres que, las cosas van cambiando,
conducidos por la sabiduría de la misma
naturaleza" (8). Sin embargo, el "rebelde
imaginero" remontando el tiempo y la
enfermedad acaba de elaborar su llamada
"Resurrección" como símbolo perenne y
materializado del esfuerzo y de la condición
humana. (Lám 10-b)
"Al afiliarse a la "nueva sensibilidad" que
combatía el anquilosamiento de la academia,
y al perseguir esencias americanas para
expresar en sus esculturas, Zeledón Várela
se dejó llevar por su intenso amor de
artista enamorado de la naturaleza". (9)
En la escultura "Leona María", 1934 Madera —
talla directa. Destruida (fig) y nuevamente
elaborada por el autor por encargo del Museo
de Arte Costarricense, el instinto materno
ha sido captado con gran simplicidad donde
la forma y el contenido se equilibran en una
composición escultórica, que denota no sólo
a un gran conocimiento técnico sino deja
entrever la relación del hombre con la
realidad y el aporte esencial del germen
creador, de la idea, de la totalidad que
comunica una visión particular de Zeledón
Várela sobre el instinto maternal. (Lám.
11)
En la obra "Danta" 1934 Granito, talla
directa, 40 cm alto, la reminiscencia
precolombina es patente y logra crear el
volumen mediante la penetración discreta del
material, con planos ondulantes que
confieren gracia y movimiento y con un gran
sentido de la interpretación de los
volúmenes logra captar Zeledón Várela una
concepción de gran fuerza y simplicidad. (Lám.
13)
En su "Oso Hormiguero" 1932. Piedra, talla
directa, 20 cm. alto, el escultor mediante
soluciones plásticas sencillas resuelve los
volúmenes y capta el carácter esencial de ía
especie
(5) Echeverría Loria, Arturo De Artes y
Letras —Opiniones y Comentarios. Editorial
Costa Rica Pag. 122
(6) Conversación con N.Z.V. grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía.
(7) Conversación con N.Z.V.
grabada magnetofónicamente por el autor de
esta Monografía.
Í8) Loaiza, Norma La
Abundancia y el Tiempo Pag. 27
(9) Ferrero A. Luis La Escultura en Costa
Rica Pag. 102
22
respetando las propiedades del material. La
presencia prehispánica es evidente ya que la
escultura está dotada de un aire arcaico que
bien podía atribuírsele a un artífice
precolombino o comparársele con los bellos
metales procedentes de Las Mercedes.
Vertiente Atlántica con la temática del
jaguar (Lám.
14).
En "Oso Hormiguero dormido" (1940) Granito,
talla directa, aprox. 45 cm. El volumen se
resuelve en un diseño esferoidal. Hábilmente
Zeledón capta con planos y ángulos y formas
de poca penetración el acurrucamiento del
animal. Aunque algunas soluciones plásticas
son de tratamiento modernista la estética
tratada pertenece a la búsqueda de una nueva
sensibilidad a través de un eclecticismo
lleno de simplicidad y libertad. (Lám.
15)
El "Toro echado". 1944 Madera, talla
directa. La interpretación de la especie en
una actitud característica está supeditada a
una composición piramidal; interpreta el
escultor los volúmenes con soluciones
simples, atrevidas sin preocuparse del
pulimento ni los pormenores preciosistas y
pese a ello capta la mansedumbre de animal
con gran acierto. Esta obra se aparta de la
influencia precolombina y parece consolidar
un estilo característico del escultor
animalista que van a orientar su producción
en los años venideros. (Lám.
16)
Cuando Néstor Zeledón Várela expresa "para
ganarse la vida, desde 1930, ha habido
necesidad de hacer de todo lo que a mano
aparezca" (10) "las obras prueban que la
libertad personal del artista no tienen
ningún influjo directo en la cualidad
estética de sus creaciones. Toda voluntad
artística tiene que abrirse caminos a través
de las mallas de una tupida red; toda obra
de arte se produce por la tensión entre una
serie de propósitos y una serie de
obstáculos, o están en abierta e
irreconciliable oposición a ellos. Si los
obstáculos son insuperables en una, la
invención y la capacidad expresiva y
creadora del artista se vuelven hacia una
meta existente en otra dirección no
prohibida, sin que en la mayoría de los
casos llegue el artista a tener conciencia
de que ha realizado una sustitución".(11)
Néstor Zeledón Várela se tuvo que abrir paso
en una sociedad en donde el artista era, por
decirlo así, un especialista "improductivo"
que subsistía por los encargos, muchas veces
a caprichos, de la Iglesia o de los clientes
particulares. A pesar del gusto por la
Imaginería y por la figura humana de la
sociedad costarricense supo rebelarse y
orientar su arte por los derroteros que
marcó su sensibilidad artística.
"En definitiva, una obra de arte no puede
ser analizada a partir de la biografía de su
autor, ni de su mayor o menor identificación
con planteos revolucionarios o avanzados,
sino a partir de la obra misma, de su
validez como producto artístico o como mundo
artístico específico".(12)
(10) Conversación N.Z.V. grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía.
(11) Hauser, Arnold Historia Social de la
Literatura y el Arte Tomo I. Pag. 50 - 51
(12) BJGNAMI, ARIEL Arte, Ideología y
sociedad Ediciones Sílala - Buenos Aires
1973 Pag. 91 |
JUAN MANUEL SÁNCHEZ BARRANTES
|
La sencillez no es una meta, pero se llega a
la sencillez a pesar de uno mismo, con el
gradual acercamiento al verdadero
significado de las cosas.
—BRANCUSI— |
23
"Para el Indio Sánchez, epíteto que resume
su origen ancestral, del cual se siente
orgulloso y justifica plenamente su obra
escultórica esta se define como "el lenguaje
de las formas, de los materiales y los
volúmenes por medio del cual se pueden
expresar ideas y emociones -y agrega— con
gran propiedad, la escultura debe sentirse
con sinceridad, convicción y cariño" (1)
"Juan Manuel Sánchez es escultor y dibujante
de raras dotes personales". Su inteligencia
fina e inquisitiva, su emoción plena de
humanidad, su imaginación se nutre en el
primitivismo autóctono de su raza, en la
cultura y el estudio, y es por eso que su
obra es tan valiosa y diversa. Se expresa en
la talla directa, en madera o granito, llega
a la forma a través, muchas veces, de lo que
la misma materia que trabaja le sugiere"
(2).
Su formación en el Taller de don Manuel
María Zúñiga orientó al principio su
temática por lo netamente religioso, pero
después consecutivamente a la imaginería fue
tratando la temática animal en su producción
plástica.
"Iniciándose en la década de los Treinta,
Juan Manuel y Francisco Zúñiga se
pronunciaron por un arte nuevo, de sentido
americano. Fue en esta época cuando ellos se
encariñaron con el duro granito, el mismo
que utilizaron los indígenas antes del
descubrimiento de América (3)
Al ser interrogado don Juan Manuel, sobre el
por qué orientó parte de su temática a
plasmar la animalística responde: "Los
animales tienen sus expresiones particulares
y siento gran cariño por ellos". Por
ejemplo: un perro cuando acaricia a su amo;
la astucia de un gato acechando a un ratón,
el sufrimiento o mansedumbre de un buey, son
motivos apasionantes. El artista acentúa
esas expresiones en un momento de
inspiración. Lo subjetivo y lo concreto se
fusionan en el acto de la creación, dice
citando a un autor, y aunque no tengo
preferencia por ningún animal en particular
lo que me planteo en la escultura es lograr
la expresión plástica, lo cual sólo se logra
abordando el tema con sinceridad. Continúa
diciendo: "los aborígenes se inspiraron en
los batracios, que para algunos resultan
feos y repulsivos, y elaboraron verdaderas
joyas de orfebrería casi idealizadas.
Agradezco que algunos vean algo de humano en
las esculturas y dibujos de mis animales,
quizá eso se deba concretamente a que tengo
fe en que todos los movimientos que se están
haciendo en el mundo en pro de la protección
de la
'
(1) Conversación con J.M.S. Grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía.
(2) Echeverría Loria, Arturo de artes y de
letras opiniones y comentarios Editorial
Costa Rica. Pag. 25
(3) Ferrero Acostó, Luis La Escultura en
Costa Rica Editorial Costa Rica 1973 San
José C.R. Pag. 21 7
24
fauna traigan como consecuencia un respeto y
entendimiento entre el hombre y el animal".
(4)
Juan Manuel mira con pesimismo el futuro de
la temática animalista en el ambiente
artístico nacional. Respeta el entusiasmo de
algunos escultores, entre los que cita a
José Sancho, pero afirma —"Durante nuestra
época de formación llegaban noticias de
México, de la Escuela de la Esmeralda
quienes orientaron su creación plástica
hacia una estética americanista y así cuando
Francisco Zúñiga se fue rumbo al país del
norte iba claramente definido en su
formación artística. La crítica
costarricense ha estado orientada con la
estética Europea e Italiana, los trabajos
del Teatro Nacional; las imágenes de los
comentarios; la imaginería religiosa, los
monumentos, en fin, el gusto occidental por
la figura privó en la sensibilidad del
pueblo. Sin embargo, la temática animalista
sí ha gustado y ha sido aceptada en nuestro
medio ya que a escultores como Néstor
Zeledón Várela se les ha premiado su obra
animalista, lo mismo que a Francisco Zúñiga
cuando su obra "Zopilote" 1934 en granito
fue premiada en la Exposición del Diario de
Costa Rica". (5)
"El animal, para Sánchez Barrantes, goza de
gran valor plástico y emocional que lo hace
digno de ser llevado a las artes. Tiene
muchos felinos, ardillas, lagartos,
terneros, cabezas de caballos, sapos y
ranas. Ha esculpido además tortugas y
serpientes, lo mismo que iguanas y todos
parecen cobrar vida en el ambiente natural
en que los tiene colocados su creador; entre
begonias, petunias, margaritas y chinas
enanas van emergiendo las piedras con
movimientos salidos de su cincel. Al
referirse a este tema, Juan Manuel cree que
la herencia indígena ha sido determinante en
él, puesto que los escultores primitivos han
manifestado una extraordinaria preferencia
hacia el tema de los animales". (6)
Algunos entendidos han dicho que Juan Manuel
es un "buscador de formas", dado su
temperamento inquisitivo, ávido, y reposado
busca la simplicidad de la forma y el
deleite espiritual de su ser. Orgulloso de
su herencia aborigen busca como ellos la
piedra nativa
r¡
(granito, mollejón, arenisca, etc.) o bien
la nobleza de la madera (cedro, naranjo,
grevilia, etc.) respetando la forma del
material. Así cuando dice "aquel quiso ser
un tigre; esa quiso ser una ardilla: esto es
un sapo, etc." pareciera que con sus
herramientas ha liberado un mundo mágico, un
Edén, y eterniza la fauna nacional y con sus
golpes de cincel o escoplo, la talla directa
se convierte en simplicidad, en gracia, en
reminiscencia precolombina, pues la materia
inerte se aviva y valora.
No busca Juan Manuel la penetración en el
material, su escultura en bulto se funde
algunas veces con el relieve con cierto
arcaísmo. En su obra la forma está
supeditada al material y a pesar de que su
formación fue de imaginero no concibe la
forma en profundidad sino que como un
escultor moderno, poseedor de aplicar los
principios de la estilización y también da
sensación de lo inacabado, ya que el golpe
de la herramienta, a la falta de pulimento,
parece vibrar
aún.
(4)
Conversación con J.M.S. grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía
(5}
Conversación con J.M.S. grabada
magnetofónicamente por el autor de esta
Monografía.
¡6) Loaiza,
Norma La abundancia y el tiempo
Editorial Universidad Estatal a Distancia.
San José - Costa Rica, 1982 Pag. 22
Así, en la escultura "Pécari" 1950 Granito
38 cm alto (Lám. 20-a) logra captar la
actitud bestial del animal, mediante el
aprovechamiento de la forma del material y
un equilibrio esencial del contenido.
En la "Ardilla" Granito 1945 19 cm x 11 cm (Lám.
18-a) la concepción ovoide de la forma la
dota de gracia propia y logra mediante leves
perforaciones crear las líneas esenciales
que definen el contorno de la forma. Por su
tratamiento tosco nos recuerda una pieza
precolombina.
"Jaguar" Piedra 1930. Aquí la actitud de
acecho y agazapamiento son interpretados con
gran madurez, la forma se resuelve con un
ritmo de líneas que queda flotando en forma
ondulante.
En el "Conejo" Arenisca 1975 20 cm x 25 cm (Lám.
19). Presenta una gran simplicidad al grado
de producir gracia, la forma se resuelve en
grandes masas abultadas en una composición
piramidal.
"Serpiente Cascabel" Aremisca 1931 18 cm
alto la figura del ofidio dispuesta al
ataque está de manifiesto, mediante un ritmo
ascende en espiral que se inicia en el
cascabel alcanzando su climax en la cabeza
que se contrae para lanzar su mortífero
ataque. (Lám. 20-b)
En pocas palabras, Juan Manuel es un
escultor que incorpora innovaciones
definitvas en la escultura costarricense. Su
persistente humildad, su reclusión, el hecho
de que en su larga carrera sólo haya
realizado tres exposiciones individuales, su
cultivo de la "animalísti-ca" lo hacen digno
de estima.
Juan Manuel Sánchez es un escultor
plenamente moderno, audaz y señero en Costa
Rica. Es a este hombre, culto y refinado
detrás de su velo de modestia, a quien se
otorgó el premio Magón de 1982, el más alto
galardón cultural que se otorga en Costa
Rica.
26 |
FRANCISCO ZUÑIGA
|
El artista, consciente e inconsciente,
representa al grupo y actúa en el sentido
del grupo, es su portavoz y no da expresión
sólo a intereses y aspiraciones personales.
LUIS Ferrero |
"Desde su adolescencia, cuando labraba
imágenes religiosas, Zúniga sentía una
suerte de liberación y también de llamada,
era el llamado de la experiencia plástica,
el configurar y modelar plásticamente. Una
honda sacudida hasta lo hondo de todo su
ser, que estimula sus potencia. Las
enriquece con la apreciación del arte
prehispánico que aumenta su seguridad, pues,
conforme va pasando de la forma pequeña a
representaciones de mayor tamaño, acabala lo
absoluto formal, la concepción de masas
compactas fácilmente comprensibles,
caracterizadas por una severa construcción,
delicada poesía y sana artesanía" (1) y
también Zúniga, como él mismo lo ha
reconocido, ha bebido de la fuente
inagotable del arte precolombino. De la
influencia que recibe de la animalística
prehispánica y de su producción es que
trataremos en este estudio. .
"Hay una estética indígena, una concepción
del arte que se desprende de las manos
religiosas del indio artífice y la transmite
a la piedra y al barro: es lo telúrico, lo
misterioso; aquellas puertas abiertas a la
monstruosidad, al horror, a lo desconocido".
(2)
Zúniga es un artista infatigable, quiere
captarlo todo y su espíritu inquieto lo
lleva a observar detenidamente la
naturaleza, dibuja del natural diferentes
especies de animales captando con hábiles
trazos sus actitudes y características
esenciales: reposo, agilidad, acecho, etc.
Los dibuja, los graba, los pinta, los
esculpe; Zúniga dedica una etapa de su arte
al conocimiento de la anatomía y esencia
bestial de la fauna costarricense.
Luis Ferrero escribe "Por ello observa
animales en sus movimientos lentos o
rápidos, gráciles o torpes".
Pasa horas observándolos al grado que se
impregna de las formas, las cuales traduce
artísticamente" (3) (Láminas 22-23).
Los constantes apuntes de animales, con
diferentes técnicas y en algunas ocasiones
con rasgos simplicados pero con criterio
escultórico definido Zúniga va afirmando su
amor por la naturaleza y traduce en arte su
visión artística de manera magistral.
Así en las Exposiciones auspiciadas por el
Diario de Costa Rica entre 1932 y 1934
sorprende Francisco con las esculturas de
animales: —"Zopilote". Granito 1934, talla
directa, 60 cm alto (Lám. 21).
En esta pieza la figura del ave adquiere un
gran carácter expresivo, y aunque la forma
(1) Ferrero Acosta Luis La Escultura en
Costa Rica. Editorial Costa Rica 1975 Pag.
99
(2) Echeverría Loria, Arturo De Artes y de
Cetras Opiniones y Comentarios. Editorial
Costa Rica Pag. 132
(3) Ferrero Acosta, Luis Zúniga, Costa Rica.
Colección Daniel y Yankelewitz. Editorial
Costa Rica 1985 Pag. 92
frontal y simétrica se ciñe al bloque del
granito, característica propia de la
escultura precolombina. La esencia que
caracteriza a la especie se haya
representada con volúmenes, contornos, y
líneas de extremada sencillez y pureza.
Aunque el zopilote en nuestro medio es un
depredador, que ocasiona en algunos, cierto
desagrado, en el cincel de Zúñiga resulta
ennoblecido quizá por el influjo y el
significado que tuvo en el pensamiento
mágico-religioso de nuestros aborígenes.
—"Tecolote" arenisca 1934. Se cree propiedad
de General Jorge Volio en Villa Sorelais—
Santa Ana.
—"Paloma" madera. Propiedad de don Samuel
Rovinsky.
—"Mono Colorado" Piedra rojiza 1933
adquirida por el señor Von Schotter.
Por referencias dadas por Francisco Zúñiga
al escritor Luis Ferrero durante su visita a
México se sabe que el escultor hizo otras
esculturas de animales tales como: saíno, danta, patos, venado, gato, un tepexcuinte,
de los que existen dibujos y grabados como
variaciones de anteproyectos para la
escultura. (Lám. 22-a). Es importante
destacar la existencia de algunos apuntes
para esculturas en donde aparecen bosquejos
para la realización tridimensional. (Lám.
26). También como un pormenor es el dibujo a
lápiz realizado por Zúñiga hacia 1921
titulado "Animales y Payaso" 9 x 13 cm.
(Lám. 28-a). A pesar de que la obra de
Zúñiga en Costa Rica pasa por tres etapas:
el paisaje, la animalística y el ser humano,
la que motivó este estudio, la animalística,
es verdaderamente escasa y casi desconocida.
Sin embargo para sustentar nuestro trabajo
la obra "Zopilote", los dibujos y grabados y
las referencias dadas por personalidades del
quehacer artístico y colegas suyos como Juan
Manuel Sánchez, Néstor Zeledón Várela, y su
entrañable amigo Luis Ferrero son
suficientes para valorar y comprender la
estima de Zúñiga por la escultura zoomorfa
enmarcada entre los años 1932 y 1934. (Lám.
23).
Francisco Zúñiga Chavarría con tradición
artística se ha convertido en el máximo
escultor de su generación, discípulo de su
padre y del arte precolombino; de ahí que su
obra deriva de la robusta plasticidad
prehispánica, fue un escultor serio y veraz
que en la época de una Costa Rica invadida
por las influencias estéticas foráneas
obedece a un llamado del impulso congénito y
convierte su obra en el sedimento natural y
actual de la cultura precolombina americana. |
CAPITULO V
OTROS ESCULTORES QUE HAN CULTIVADO LA TEMÁTICA
ANIMALISTA
— Hernán González
— José Sancho
— Aquiles Jiménez
HERNÁN GONZÁLEZ
GUTIÉRREZ
|
Concibe la
forma en profundidad. Indica claramente los
planos dominantes.
Imagina las formas como dirigidas hacia Tí;
toda vida surge de un centro, se expande de
dentro afuera.
Al dibujar, observa el relieve, no el
trazado; el relieve determina el contorno.
La principal es emocionarse, amar, esperar
temblar, vivir.
¡Sé un hombre antes de ser un artista!
—RODIN— |
Ir al encuentro del hombre, del escultor, es llegar
ante la presencia del pensamiento crea dor, de quien
por definición propia es un escultor bio-morfista, y
en verdad la obra escultor! ca de Hernán González es
una oda a la vida, una metáfora pétrea que enlaza el
pasado, el pre senté y se proyecta diáfana al
futuro, es la evolución que germina cotidianamente,
la fuerz, germinal que justifica el misterio de la
vida, la permanencia del hombre en el cosmos.
Así cuando escribe "Desde los lejanos egipcios a los
cercanos mayas, hijos del tiempo, se güimos
recibiendo, un arte increíble, la enseñanza eterna
del amor a la naturaleza, la recrea ción fantástica
de sus sueños, imperecederos a través de las
edades". Porque a pesar del pro greso, sólo dos
testimonios le quedan al hombre de su paso por la
tierra; su arte y sus mitos Con ellos tratamos de
entender todavía el misterio de nuestra existencia y
el enigma dilata do del universo" (1) habla el
hombre humanista depositario de toda su fe y
esperanza en 1 cultura, y es que Hernán González "Ha
añadido con sus obras la dimensión de su ternura hí
cia las cosas, hacia la condición humana, hacia el
material con que trabaja".
"En un arte tan viril como el de dominar la piedra
con mazo y cincel, nos toman pe sorpresa la
delicadeza y la fuerza de sus formas; la finura y la
profundidad de sus temas, 1 ternura y la protesta
vital de sus esculturas. Siempre descubrimos
maravillados, que parí de nuestra propia vida, está
condensado en su obra, y en su temática va
involucrando el mi terio de nuestros sueños" (2).
Sin embargo, el problema que nos ocupa, es la
temática animalista en las obras primigí nias de su
producción plástica. A pesar de que sus primeras
producciones son de un realism evidente (lagartijas,
Sftpos, terneros, etc.) ya se nota en ellos la
concepción escultórica de unidad que va a
caracterizar su futura realización. Así en la
escultura "Aún húmedo". 19€ Andesita talla directa (Lám.
30) la forma animal está supeditada a la concepción esferoid en donde la evocación prehispánica está
presente tanto por su temática, como por el uso d
material y la solución plástica al tiempo que se
siente la presencia moderna de un Brancu al reanimar
la materia por un pulimento exquisito por donde la
luz se recrea produciendo e; senación de humedad, de
vida recién germinada en una simplificación
esencial.
(1) González G. Hernán
AL ENCUENTRO DEL HOMBRE Descentralización de la
cultura. Instituto del Libro MEJD Pag. 15
(2) LOAIZA NORMA, La abundancia y el Tiempo.
Editorial EUED San José, Costa Rica, 1982 Pag. 35
También los principios modernos de Brancusi: respeto
por la naturaleza de los materiales están presentes
en el "Sapo Cazador". 1965. Piedra, talla directa y
"Gallinas". 1964 Pedernal talla directa producen una
extraña sensación de que el tiempo se ha detenido.
La correspondencia entre forma y contenido se ha
logrado equilibrar y las esculturas adquieren esa
pesantez granítica y se dotan a la vez de un
arcaísmo mágico.
En el "Ternerito". 1962 Piedra, talla directa (Lám.
29) y "Lagartija". 1962 Piedra talla directa (Lám.
29) -"obras primigenias, iniciales, arranca su
liberación de lo convencional. Con ello logra
ponerse en la corriente que lo acerca a la escultura
moderna" (3). Pero en la obra "Potencia Germinal"
1969 Granito, talla directa 80 cm. diámetro (Lám.
31) la ratificación de la idea, lograda por la
conjunción libre de los elementos formales de
espacio, textura, volumen y una caligrafía
escultórica particular se amalgaman. Aquí la
herencia precolombina y la concepción moderna de la
escultura adquieren dimensiones universales. "Esta
obra es ovoide. Muestras unas roturas muy
pulimentadas que parecen el inflamiento de venas
mamarias o la fuerza de un ser por romper el
cascarón que la contiene". (4)
Hemos citado esta obra, dentro de la temática animal
que evolucionó, por que metafóricamente emplea el
escultor como recurso plástico un "cascarón", huevo,
semilla, en una concepción darwiniana del origen y
la evolución del hombre.
Al enfocar una etapa de la obra escultórica de
Hernán González, la animalística propiamente, lo
hicimos con el propósito de justificar el
reconocimiento que él mismo siente por el arte
precolombino, herencia recibida del pasado; el arte
y los mitos
(3) Ferrero A. Luís La Escultura en Costa Rica.
Editorial Costa Rica Pag. 148
(4) Ferrro A. Luis
Editorial Costa Rica Pag, 149
JOSÉ SANCHO
|
Una forma puede ser vital sin convertirse por ello
en obra de arte: todo animal o ser humano, todo
árbol o flor, es vital, pero la obra de arte es una
concentración de esta fuerza vital en un cierto
sentido.
—BRANCUSI— |
Conceptuar la escultura no es un problema que le
preocupe mucho a José Sancho quien con gran
propiedad expresa: "No tengo un concepto académico
de lo que es la escultura, no he sido capaz de
configurar algo que me satisfaga, mi angustia no es
de orden lingüístico, sino existencial y consiste en
hacer la obra escultórica. Las esculturas ocupan un
espacio vital,
se integran a él y cuando son
verdaderas obras de arte se apoderan de ese espacio,
tal como sucede de manera exacta en el conjunto
escultórico de la Capilla de los Medici, obra del
genial Miguel Ángel. La obra escultórica tiene que
darse a valer por sí misma, apoderarse del espacio e
integrarse al ambiente humano". (1)
A mediados de la década del 70 el ambiente artístico
nacional se vio conmocionado, José Sancho sorprendió
a un público acostumbrado a la figura estereotipada
de la maternidad y a la figura humana; con sus
formas zoomorfas en chatarra que se exhibían a la
interpe-rie, y en el marco natural o en sitios
públicos particiaban del destino humano del pueblo
costarricense. (Lám. 32)
Al interrogársele sobre la orientación de su
temática responde "Yo mismo me vengo haciendo esa
pregunta hace diez años, encontré en los animales
posibilidades expresivas que me permitían
desarrollar en chatarra la síntesis formal de una
idea esencial, o sea captar con pocos elementos un
gesto, la actitud característica de una especie
tales como la nobleza, la sagacidad, la astucia,
valentía, rapidez, flexibilidad, el acecho, la
prudencia, que también son propios de los humanos.
Pienso que la preponderancia de la temática zoomórfica en mi obra es más bien una cuestión
atávica, es algo que proviene de ancestros
milenarios, es algo congé-nito, pues obedece a la
evolución de la especie animal a la que
pertenecemos. Aprecio lo que de humano tienen los
animales y lo que de animal quisiera ver en el
hombre. La especie humana, por medio de la razón ha
transformado el mundo con sus guerras, egoísmos y
mezquindades". (2)
Entonces se nos rebela como un pensador, reflexivo,
consecuente, consciente de su papel de
hombre-artista inmerso irremediablemente en la
problemática de la trascendencia del género humano.
"Me gustaría que los seres humanos volásemos, y no
digo volar en términos de tener alas y de remontarse
por sobre las nubes, cosa que realmente hacemos
merced a los aviones, sino volar en términos
metafóricos: desarrollarse, ascender, elevarse,
promoverse hacia estadios superiores de desarrollo
espiritual" (3) y este pensamiento se ha materizado,
la esencia es la metáfora solidificada, una alegoría
en mármol.
(1) Conversación con J. S. grabada
magnetofónicamente por el autor de esta Monografía.
(2) Conversación con J.S. Grabada magnetofónicamente
por el autor de esta Monografía.
(3) Conversación con J.S. Grabada magnetofónicamente
por el autor de esta Monografía.
Retoma entonces las cualidades que de humano aprecia
en los animales y expresa "La paternidad, por
ejemplo, como fenómeno cósmico se destaca más en los
animales que en los seres humanos. Recientemente
terminé de esculpir una pieza que lleva el nombre
Paternidad, mármol negro (Lám. 32-a) inspirada en el
pingüino macho, quien ayunando empolla y cuida al
polluelo mientras la hembra pesca durante tres
meses. Quisiera ver expresado este sentimiento en la
especie humana y anteponerlo al concepto matriarcal
y machista en que vivimos" (4) La obra de marras,
"Paternidad", ejecutada en mármol negro
exquisitamente pulido representa en una composición
vertical la figura simplificada del pingüino macho,
celoso guardián de su polluelo que se destaca al
frente pero adherido a su progenitor en un acto
instintivo de sobrevivencia. Está ambientado el
grupo escultórico sobre una base de mármol blanco
que asciende con irregularidades hacia la parte
posterior contrastando notablemente con las
superficies pulimentadas de las formas animales.
Aunque la pieza es de mediana dimensión adquiere por
su ambientación, por la perfecta armonía entre
fondo, forma y contenido, características
monumentales.
Eclecticismo en la obra de José Sancho.
"El eclecticismo es una actitud en arte que permite
una libre elección y combinación de estilos
distintos del propio, exoticismo supone que estos
estilos están tomados de una cultura que no es la
propia. Los cien últimos años han presenciado la
inyección de por lo menos siete estilos exóticos en
la corriente principal del arte moderno. Pueden ser
enumerados como sigue:
1.- Arte del Lejano Oriente
2.- Arte Tribal Africano
3.- Arte primitivo (arte popular, arte infantil,
arte ingenuo)
4.- Arte prehistórico (especialmente tallas
neolíticas)
5.- Arte Precolombino de América
6.- Arte griego Temprano y etrusco
7.- Arte cristiano Temprano (especialmente románico)
Es posible que existan otras influencias menores,
como el arte céltico o el arte polime-sio, pero
quedan dentro del cuadro general. No se trata, desde
luego, de un nuevo fenómeno; el arte siempre ha
estado sometido a influencias y si no fuera así
apenas tendría una historia". (5)
Con la sinceridad del artista en plena madurez y
desarrollo manifiesta el escultor al referirse a las
influencias en su obra: "Reconozco una serie de
influencias en mi obra, no sólo del
(4) Conversación con J. S. Grabada
magnetofónicamente por el autor de esta Monografía.
(5) Read, Herbert. La Escultura Moderna. Editorial
Mermes, S.A. México - Buenos Aires 1964 Pag. 43 - 44
Arte Precolombino Costarricense, que considera un
manantial riquísimo en disenos, plasticidad y formas
que han enriquecido permanentemente mi bagaje
cultural. También mi reconocimiento a los artistas
rupestres del Paleolítico europeo, quienes captaron
la esencia fundamental mediante rasgos sintéticos
que nos dan la idea. Al escultor rumano Brancusi que
inició en el S. XX el renacimiento de la
animalística en la escultura moderna y a los
escultores costarricenses como Zúñiga, Zeledón
Várela, Juan Manuel Sánchez, Hernán González,
quienes retomaron esta temática y la implantaron en
el ambiente artístico del país". (6)
Del maestro Brancusi heredó Sancho la sencillez y la
pureza de las formas, el arte de reanimar la materia
mediante un equilibrio entre forma y contenido pues
dicho en otras palabras la forma debe ser digna del
espíritu. El respeto por los materiales y el interés
que se ponga en la firmeza y el equilibrio de los
volúmenes, las proporciones, la fuerza y la
estructura son elementos esenciales que Sancho
asimiló con vocación de artista.
"Aunque no tengo preferencia por ningún material en
particular, es necesario conocer las posibilidades y
limitaciones de cada uno. Acabo de terminar una
escultura "Noche", en mármol negro, que es una
variación o desarrollo de la escultura "Vuelo
Nocturno" y por ejemplo, en la escultura "Osezno",
en mármol blanco. En ambas piezas el material, la
forma y el contenido están íntimamente encadenados,
en estrecha comunión (Lámina 34).
La escultura "Boa", Granito de Escazú es el
desarrollo de la obra "Sierpe" en mármol negro. En
ambas la presencia y las cualidades propias de los
materiales enfatizan los gestos esenciales del
Ofidio (Lám. 32-b)
FUTURO DE LA ANIMALÍSTICA EN LA OBRA DE JOSÉ
SANCHO
"No puedo vaticinar hasta cuándo, eso es algo
circunstancial, no tengo por qué abandonar la
temática, es algo atávico en mí, y la experiencia me
dicta que mis esculturas zoomórficas son las que
más atraen la atención del público en general y
particularmente de los que las adquieren. No debo
juzgar mi obra y mucho menos ponerme a defenderla,
mi mayor placer consiste en idear y ejecutar la
obra. Después, el resto, corresponde a los demás y
depende de la sensibilidad estética, las modas, los
interés o los prejuicios. Generalmente cuando me
preocupo mucho por el contenido en sí y le doy
prioridad a lo que quiero comunicar, caigo en una
realización cursi, anecdótica o dulzona. Los mayores
aciertos los tengo cuando impensadamente, por un
impulso visceral que surge de lo indómito y
primitivo de mis entrañas, logro plasmar una idea
cualquier cosa que no me ocurre siempre,
infelizmente . . ."(7)
A continuación transcribiremos algunas opiniones
dadas por el actual Ministro de Cultura, Juventud y
Deportes, Lie. Carlos Francisco Echeverría, en la
Introducción del Libro José Sancho Esculturas
Sculptures en lo que respecta a la escultura
animalista del autor:
"Al establecer una continuidad con Brancusi, Sancho
la establece también con una vieja
(6) Conversación con J. S. Grabada
magnetofónicamente por el autor de esta Monografía.
(7) Conversación con J. S. Grabada
magnetofónicamente por el autor de esta Monografía.
34
tradición de su propio país, Costa Rica: la de la
escultura animalística.
José Sancho nunca ingresó a una escuela de Bellas
Artes con el propósito de convertirse en escultor.
Aunque le atraían el dibujo y la pintura, siempre le
pareció suficiente ser un aficionado. Se hizo
economista, y luego ocupó un cargo que lo llevó a
viajar por el mundo. Con el tiempo se transformó en
un refinado observador de obras de arte. Un día,
contemplando una fotografía del Toro de Picasso
hecho con un sillín y un manubrio de bicicleta,
Sancho se dijo: yo también podría hacer cosas así.
Anteriormente no se había atrevido con la escultura,
ni siquiera como aficionado, por respeto a las
dificultades de la manualidad escultórica. Pero
Picasso parecía señalar un camino accesible a un
hombre dotado de creatividad plástica: el de la
escultura en chatarra. Sin mayores pretensiones,
Sancho comenzó a reunir piezas metálicas de desecho
y a ensamblarlas, por soldadura, en figuras
generalmente de animales. ¿Por qué de animales?
Quizá, en primer lugar porque ya lo sugería la
genial inspiración de Picasso: los aparatos en los
que se origina la chatarra son objetos articulados,
preparados para desempeñar mecánicamente funciones
semejantes a las que realizan los cuerpos de hombres
y animales. Una máquina, en el fondo, está hecha de
huesos, cartílagos y músculos metálicos. Cada parte
insinúa una función, de manera que en cierto modo
encierra un significado o parte de él. Para la
percepción creadora, cada pieza mecánica es un
signo. Combinándolas, es posible codificar
estructuras significantes.
Sin pensar mucho en todo esto, Sancho fue armando
sus primeras esculturas. Los resultados le
complacieron, no solo a él sino también a sus
amigos. Entre estos había artistas y coleccionistas
que lo alentaron a seguir adelante, alternando la
escultura con su actividad profesional como
economista.
Las esculturas de chatarra de Sancho eran
agradables. Eso querían ser. Nada trascenden tal,
pero resultaban grata compañía. En otras palabras,
eran bienvenidas en el espacio de loí hombres.
Cumplían con el primer requisito esencial para ser
obras de arte. Consciente de sus limitaciones, pero
también de las posibilidades de su trabajo creador,
José Sancho realizó sv primera exposición de
esculturas en los jardines del Teatro Nacional, en
San José, en 1975.
El público costarricense acogió las esculturas con
interés. A la mayoría le llamaba h atención el
ingenio con que el escultor había ensamblado las
piezas para dar origen a figura; de animales. No
faltaba quien se interrogara largamente sobre el
origen de una pieza que creí; haber visto, en su
estado original, en un motor, ni tampoco quien se
maravillara al ver un ob jeto conocido —machete,
resorte o rastrillo— desempeñando una función
inédita. Pero las es culturas conseguían también
transmitir algo más: la velocidad y ligereza en el
vuelo de la gar za, el espíritu rebelde de la cabra,
la ordenada elegancia de un cardumen, la mansedumbn
de un ciervo que se alimenta.
Allí comenzaban las esculturas a cobrar vida propia
y a jugar una función estética. ^ esto no escapó
tampoco a la percepción del público y de los
coleccionistas. Pronto, las escul turas en chatarra
de José Sancho comenzaron a menudear en jardines
privados y en lugare: públicos.
En el momento en que Sancho pasa de la chatarra al
mármol o a la madera, sus figura; dejan de ser los
resultados de un ars combinatoria. Cada una de ellas
adquiere, mediante 1; estilización, la síntesis y el
acento en algunos rasgos formales, una significación
mucho más
universal. La figura de cada animal —antílope,
ocelote, mapache, ardilla, buey— (Lám. 3 conjura y
reúne las cualidades esenciales de su especie,
convirtiéndose en símbolo de e' José Sancho parece
capaz de agotar el vasto inventario de la fauna,
encontrando en ca especie aquello que le es único,
aquella función, reflejada en la forma, sin la cual
estarían i completos los engranajes del cosmos. A
Sancho le atraen particularmente el vuelo (Fuga
peces, Colibrí, Elevación, Vuelo, Rapto de Ganimedes)
y los movimientos instintivos de 1 animales, siempre
en busca de algo, con una pureza de intención y una
transparencia de ce ducta que tal vez el escultor
anhelaría ver en sus semejantes.
Esa búsqueda de la nobleza esencial de los seres, a
través de la forma, es semejante las figuras de
animales y en los torsos femeninos: figuras que
aluden a la libertad, la pie tud y la entrega a la
vida, también en nuestra especie.
Hay, finalmente, una forma de movimiento que tiene
particular importancia en la cultura de José Sancho:
el movimiento latente o germinal. El despertar, el
origen mismo de vida es el que se nos presente en
estas formas aparentemente estáticas, pero que
guardar comienzan a desplegar dentro de sí el poder
de la semilla, o el vigor, la resistencia de las f
mas de vida más elementales, intactas y
persistentes. La indagación de José Sancho sobre
formas vivas llega en obras como Armadillo, Vuelo
marino, Parábola, Saurio, y la Trilo Metamórfica, a
uno de sus estratos más profundos.
Así el gran tema de la obra escultórica de José
Sancho es la vida, la energía que palp y transcurre
en nosotros y en todos los seres vivos, adoptando
las formas más diversas p mostrarse, para ser y
perpetuarse. (8)
Dejamos al escultor, y sin querer prejuzgar por la
falta de méritos para abordar con cios de valor
crítico su obra, vislumbramos una idea en su labor
estética: "La idea de un s que, conservando su
esencia estética autónoma, y a pesar de su
independencia frente al re del mundo espiritual, e
incluso a consecuencia de su intrínseca belleza, se
vuelve educa' de la Humanidad".(9)
(8) Sancho José Esculturas Sculptures. Editorial
Costa Rica 1984. Páginas 16-17-18-19-20-21-22.
(9) Hauser, Arnold, Historia Social de la Literatura
y el Arte. Tomo I. Página 426
AQUILES JIMÉNEZ
"El hombre moderno ha andado en busc de un nuevo
lenguaje formal para satisfacer nuevas ansias y
aspiraciones de uniór armonía, serenidad, un término
a su apai tamiento de la naturaleza "
fjERBERT READ
Entre los escultores "prometedores" en el campo
artístico costarricense Aquiles Jiméne: se ha
convertido por derecho propio en una promesa que se
reafirma día con día. La obra d Aquiles ha sido
calificada de preciosista, término que no hace
justicia a su valor profundo integral, nacido de la
espontaneidad. El haberse incluido la obra de
Jiménez en esta monogra fía, dedicada a la escultura
animalista, obedece precisamente a que el artista ha
logrado ama! gamar la esencia bestial con la
naturaleza humana "Dice Aquiles que este dualismo
surgidí en su obra espontáneamente ha sido lo que en
los últimos tiempos ha pretendido canaliza y
desarrollar más profundamente". (1)
Por eso al encauzar su quehacer artístico por
derroteros que evocan el pasado prehispá nico
Aquiles Jiménez asegura haberse mantenido sin
influencias foráneas pese a sus años d estudio en el
extranjero. "Si en mi obra hay reminiscencia
prehispánica es porque ha venidí como vienen las
canas en la vejez denunciando que hemos vivido y que
muchas cosas, aunqu no las vemos, las llevamos
dentro y a veces surgen irremediablemente" (2)
La
concepción e¡ feroidal de sus maternidades enlaza
sus líneas y formas a un pasado atávico, pero es en
la ir terpretación metafórica en donde Jiménez
rescata una estética o sensibilidad que había peí
manecido latente en nuestra herencia precolombina.
El escultor se refiere así a sus matern dades "Una
maternidad que contiene algo de bestial e impulso
conciliado con delicadeza comprensión humana: una
maternidad, por ejemplo, que amamanta a su hijo
encorvada se bre sí misma como felino preparado para
el ataque, posesiva y bestial" (3) y es que Aquile
comulga con la idea de que el hombre debe buscar la
armonía entre los animales y el hombrí La obra de
arte lejos de deshumanizar, debe reconciliar,
liberar y redimir al ser humano "Pe demos decir que
el animal posee una imaginación y una inteligencia
práctica, mientras qu sólo el hombre ha desarrollado
una fórmula: una inteligencia y una imaginación
simbólica" (4).
|
Algo que caracteriza la obra de Aquiles es el
expresarse en metáforas escultóricas. A respecto el
crítico Mario Cagetti externa el siguiente concepto:
los "valores antiguos: L fuerza primordial de la
naturaleza por medio de los animales elevados a
símbolos y a deidad la génesis por medio de la
maternidad que alcanza sublimidad religiosa. Jiménez
estructura sus módulos creadores transfiriéndoles a
la verdad lírica por medio de signos concretos materializados". (Lámina 38) |
|
Después de la lluvia
Basalto talla directa, 1978
Col. C.C.S.S. |
(1) Loaiza Norma La Abundancia y el Tiempo. EUNED -
1982 Pag.- 55
(2) Loaiza Norma La Abundancia y el Tiempo. EUNED
1982 Pag. 55
(3) Loaiza Norma La Abundancia y el Tiempo. EUNED
1982 Pag. 55
(4) Cassirer Ernst Antropología Filosbfica. Fondo de
la Cultura Económica Pag. 59. México 1945
En la escultura "La Sed". Granito. La naturaleza y
esencia del concepto de la sed s plasma
metafóricamente en una figura antrozoomorfa que se
dispone a calmar la sed, necesidad de la necesidad
física y espiritual. "Es imposible expresar ideas
abstractas en el lengua; humano si no es valiéndose
de metáforas..."(5) El lenguaje, en este caso
escultórico, es pe naturaleza y esencia metafórico y
Jiménez recurre a la solución esencial de las
líneas, le planos y los volúmenes, doblegando el
material pétreo logra transcribir la plasticidad vit
del ser que en un acto de sobrevivencia
calma su sed existencia!. (Lámina
36-a) |
|
La sed
Granito talla directa, 1983
70x60 cm.
Col. Banco Nacional de C |
En su obra "Sacrificio" Diorita 1986 75 x 50 cm.
Recurre Aquiles nuevamente a la fusión de la forma
humana y animal y con su lenguaje escultórico
establece una conexión ent: las expresiones de las
emociones en el hombre y los animales dictados por
las leyes bioló§ cas y las necesidades espirituales.
(Lámina 36-b)
"El lenguaje humano se puede reducir a un instinto
fundamental implantado por la n turaleza en todos
los seres vivos; gritos violentos, de temor, de
rabia, de dolor o de alegrí no son propiedad
específica del hombre, lo encontramos por doquier en
el mundo ar mal". (6)
Estas obras por así decirlo están dotadas de un
carácter mítico que nos muestran p< una parte una
estructura "conceptual" y, por otra, una estructura
perceptual". Aquiles , ménez, dota a sus obras de un
animismo mágico que invita al espectador a la
reflexión 1 elementos plásticos a los que recurre
con gran maestría contribuyen a acentuar y valoriz
la forma y el contenido, lo que logra con resultados
ya conocidos. (Lámina 37)
Las obras seleccionadas además de ser antrozoomorfas
están diseñadas en posición h rizontal, todas sobre
pedestales cuidadosamente acabados, en ellas se
vislumbra una ansia < exploración física y anímica;
el deleite sensual de las formas plásticas y el
compromiso ir ludible de poner en evidencia a través
de la obra los instintos primarios del hombre, común
a la especie animal, la lucha por la sobrevivencia,
y la búsqueda de la armonía del hombre c< el
universo. Transforma el escultor al ser humano en un
animal totémico, atado a los rite costumbres, leyes,
religión del mundo civilizado, pero sin perder su
instinto primario, cual rige gran parte de sus actos
cotidianos.
Esta fusión de naturalezas en ídolo o animal
totémico; la simplificación de las form la primacía
por los materiales pétreos y su magnífico acabado;
la solución plástica de los lúmenes hacen de las
esculturas de Aquiles Jiménez obras con
reminiscencia prehispánica.
Dedicamos el siguiente pensamiento a un escultor
consciente y comprometido con hombre mismo. "No es
posible hablar de las cosas como de una materia
muerta o indifen te. Los objetos son benéficos o
maléficos, amigables u hospitales, familiares o
extraños, f cinadores y atrayentes o amenazadores y
repelentes. Podemos reconstruir con facilidad e:
forma elemental de la experiencia humana, pues
tampoco en la vida del hombre civilizado perdido de
modo alguno su fuerza original". (7)
(5) Cassirer Ernst Antropología Filosófica. Fondo de
la Cultura Económica Pag. 167
(6) Cassirer Ernst Antropología Filosófica. Fondo de
la Cultura Económica Pag. 1 74
(7) Cassirer, Ernst Antropología Filosófica. Fondo
de la Cultura Económica Págs. 119-120. México 1945
38
CAPITULO VI
RESUMEN Y CONCLUSIONES
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Al concluir este estudio monográfico sobre la
temática animalista en la escultura costarricense lo
hacemos con la convicción de que la obra artística
no se puede valorar por el tema en sí, ya que su
trascendencia obedece a otros aspectos de orden
cualitativo, estético y existencia!.
Si partimos de que toda obra de arte, incluso la más
naturalista es una abstracción o idealización de la
realidad, consentiríamos entonces en que el tema
zoomorfo en la escultura ha sido tratado en la
mayoría de los casos como un objeto a reproducir,
bajo cánones realistas o bien sometiéndolo a la
simplificación, pero en raras ocasiones la temática
ha sido transformada con la intención de buscar
nuevas alternativas formales y expresivas.
En el Arte Precolombino Costarricense la producción
de la escultura animal ística obedeció a
concepciones totémicas de la vida religiosa más de
vida parece ser un supuesto general del pensamiento
mítico, las creencias totémicas representan uno de
los rasgos más característicos de la cultura
primitiva" (1)
El culto zoolátrico estimuló la producción de
numerosas piezas de gran interés artístico, con
técnicas y soluciones plásticas diversas que denotan
estadios evolucionados de cultura prehispánica
costarricense.
El carácter mítico de este arte es sin duda lo que
hace más interesante y lo sitúa en un lugar
previligiado en la Historia del Arte Costarricense.
Es conveniente recordar que el artífice primitivo no
tenía noción del sentido de sus propias creaciones y
en forma inconsciente y espontánea produce obras de
gran calidad estética.
El Monoteísmo impuesto al aborigen durante la
Colonia, se concentró en un solo punto, el problema
del bien y del mal, sustentado por fuerzas morales
ajenas al hombre prehispánico, la religión sustituyó
las raíces telúricas y la mitología cambiante del
aborigen. El mundo se ha convertido en un gran drama
moral en el que la naturaleza y el hombre tienen un
papel que desempeñar, y Dios es el orden universal.
La escultura animalista es sustituida por la
imaginería religiosa y los clérigos vigilaron la
producción artística de la Iglesia dado el carácter
didáctico y evangelizador del Arte religioso.
Las esculturas de animales más frecuentes son la
muía y el buey en los Nacimientos o Pasos, las
figuras simbólicas de los Evangelistas (toro -
águila - león); la representación del mal con la
serpiente; el cordero místico; la paloma del
Espíritu Santo; el pez del Cristianismo, etc.
En la primera mitad del siglo XX brotan los
escultores de la Nueva Sensibilidad que rescatan y
orientan las ideas estéticas precolombinas agrupados
en una época en el Taller del Imaginero Manuel María
Zúñiga Rodríguez, para luego individualmente dar su
aporte a la ani-
(1) Cassirer Ernst Antropología Filosófica. Fondo de
la Cultura Económica Pag. 126 México 1945
40
malística costarricense con proyecciones
insospechables.
Más adelante Hernán González se inspira en las
formas animales al principio de su labor escultórica
hasta evolucionar a una concepción bió-morfista que
culmina con su obra "Potencia Germinal".
Sorprende entonces José Sancho con las esculturas
animalistas en chatarra; luego a la síntesis y la
abstracción en otros materiales como la madera, las
piedras y el bronce, hasta que la recreación de los
volúmenes interpretan las especies animales mediante
un eclecticismo que subraya en las sabias enseñanzas
de Brancusi.
Emerge Aquiles Jiménez entre los escultores jóvenes
y en algunas de sus esculturas logra fusionar,
recurriendo a la metáfora tridimensional, la figura
humana y animal con el afán de vitalizar y
simplificar la forma.
CONCLUSIONES
La temática animalista en la escultura costarricense
ha persistido desde la época precolombina hasta
nuestros días. Aunque algunos estudiosos opinan que
el cultivo de la escultura zoomorfa obedece a una
tradición artística cuyas raíces se remontan a
nuestro pasado prehis-pánico consideramos que la
influencia recibida por los escultores citados ha
sido en el aspecto formal, en la materialidad
empleada, temática, simplificación de las formas
escultóricas, etc.
Si analizamos algunas de las obras animalistas del
grupo de la llamada "Generación del año treinta"
podríamos sacar las siguientes conclusiones:
En la escultura "Zopilote" 1934. Granito de
Francisco Zúñiga existe una marcada reminiscencia
prehispánica por el tema, material, diseño frontal y
nierático, simplificación de los volúmenes, etc.
Posteriormente Zúñiga continua representando en sus
esculturas el prototipo del ser indoamericano.
Néstor Zeledón Várela al esculpir "Danta. 1934.
Granito; "Oso Hormiguero" 1932, por citar dos de sus
obras, reafirma la inspiración del arte precolombino
dado el tratamiento y la temática escogida, la cual
perdura en su obra actual. Pero también el escultor
reconoce su admiración por Juan B. Flannagan. Juan
Manuel Sánchez busca la forma en la piedra o madera,
representando la fauna con simplicidad y arcaísmo
que lo hermana con el artífice precolombino.
"Pécari. 1950. Granito. Hernán González emplea la
temática animal en sus primeras esculturas, usa la
piedra pero las soluciones plásticas obedecen a un
eclecticismo en donde la influencia prehispánica
tiene su contribución: "Lagartija. 1962. Piedra y
"Ternerito". 1962. Piedra.
Para José Sancho el arte precolombino costarricense
es una fuente más de inspiración ya que amplia el
horizonte de la fauna tratada en sus esculturas
íoomórficas.
Quizás Aquiles Jiménez cala más hondamente ya que no
solamente intenta rescatar una iconografía
prehispánica, sino que en sus obras "La Sed";
"Sacrificio"; y en sus maternidades, busca
interpretar las fuerzas primogenias de nuestra
naturaleza animal.
Contexto histórico y social de la animalística
costarricense
La animalística en la escultura precolombina
obedeció a concepciones totémicas estimuladas por la vida religiosa y social de las culturas
primitivas.
Durante la colonia la escultura animalística fue
sustutida por la imaginería religiosa y su escasa
producción se debió a que fue usada como complemento
cuando así lo ameritaba.
En la "Generación del año treinta" se justifica su
tratamiento gracias al interés que despertó la
Arqueología por el arte precolombino y la búsqueda
de una nueva sensibilidad estética como reacción al
arte académico que cultivaba la figura humana.
En la obra de Hernán González la animalística forma
parte de la producción escultórica de una época de
iniciación y búsqueda.
La temática zoomorfa en José Sancho es una
posibilidad expresiva, y según sus propias palabras
"algo atávico, congénito, que proviene de sus
ancestros milenarios".
En Aquiles Jiménez el fusionar la figura animal con
la humana obedece al deseo de vincular la fuerza
primordial del mundo animal con el ser humano
vitalizando así la imagen metafórica que busca
expresar en sus esculturas.
Valoración de la escultura animalística en la
sociedad costarricense
Las piezas artísticas precolombinas, zoomórficas en
su mayoría, han sido ponderadas más por su valor
arqueológico y por un sentimiento de exotismo y
curiosidad que por su valor artístico.
También las pocas manifestaciones de escultura
animalista de la colonia son parte de un patrimonio
cultural y son apreciadas dentro del contexto del
arte religioso costarricense.
Aunque algunas de las obras animalistas realizadas
por los escultores Zúñiga, Zeledón Várela y Juan
Manuel Sánchez fueron motivo de admiración y también
galardonadas, consideramos que los méritos fueron
otorgados más por la trayectoria artística de los
autores que por las obras en sí, cosa que ocurre
comúnmente.
Al interrogárseles sobre la acogida de la escultura
animalista y el futuro de ella en el ambiente
artístico nacional algunos de los entrevistados
fueron optimistas.
-"El escultor animalista es el más valioso", afirma
Zeledón Várela.
-"La temática animalista sí ha gustado y ha sido
aceptada en nuestro medio. . .", opina Juan Manuel.
-"La experiencia me dicta que mis esculturas
zoomórficas son las que más atraen la atención del
público en general. . .", manifiesta José Sancho.
Aquiles Jiménez al respecto expresa: "El animal como
fuerza primordial, como vitalismo ligado a todo ser
viviente y al misterio de las formas, como
posibilidad constructiva y expresiva, como concepto
que puede ser vinculado con otros y como esencia que
también nos pertenece, creo que sí podría ser fuente
de una estética y de una nueva visión de la
escultura".
En las instituciones encargadas de la enseñanza de
la escultura en Costa Rica tales como la Escuela de
Artes Plásticas de la U.C.R., la Escuela de Artes
Plásticas de la UNA; la Escuela de Artes Plásticas
de la UACA;la Casa del Artista; Conservatorio
Castella; etc, el estudio de la especialidad en
escultura está orientado al estudio de la figura
humana, simplificación e estilización de ésta y tanto profesores como alumnos
raramente abordan el tema de la escultura
animalista.
Sin embargo, según referencias, existen escultores
que en la actualidad trabajan el teme animal en sus
esculturas, quizás motivados por los logros
obtenidos por otros artistas o deseo sos de explorar
nuevas posibilidades expresivas, o bien porque
nuestro medio ofrece al artist< los estímulos
necesarios para encauzar un arte que lejos de
deshumanizarlo lo convierta en ur ser consciente de
su propia realidad, capaces de valorar la herencia
del arte de los antepasado: y de los artistas de su
época.
La escultura moderna, según Herbert Read, está
dominada por un eclecticismo. La Ai queología ha
estimulado ese eclecticismo en la escultura
animalista de los artistas en estudi< pero como
opción individual. Así, las fuentes del arte
precolombino fueron captadas por 1 sensibilidad
receptiva de estos escultores, luego de un proceso
de formación escultórica.
También es conveniente aclarar que la influencia que
haya ejercido el arte precolombina en la obra de
estos autores no es exclusiva ya que la escultura
zoomórfica fue cultivada des de la prehistoria, y en
civilizaciones como Asiría, Persa, Egipcia, Egeas y
las del Mediterráneo
China, Japón, India etc.
Además son muchos los artistas foráneos que han dado
su contribución en este camp y que con su obra
inspiraron a las generaciones.
Entre los escultores extranjeros anotaremos a Juan
B. Flannagan; Antoine Louis Baryi Frangois Pompón;
Emiliano barral y Mateo Hernández; Gerhard Marcks;
Henri Matiss* George Braque; Constantin Brancusi;
Raymong Duchamp-Villon; Umberto Boccioni; Max no
Marini; Joan Miró; Pablo Picasso; Bernard Meadows;
Leonard Baskin, Theodore Roszai Fritz Koening, David
Smith; etc.
El futuro de la escultura zoomorfa en nuestro país
dependerá de la actitud crítica creativa que adopten
las nuevas generaciones de artistas, en tanto se
liberen de los prejuicii estéticos que las modas
imponen y busquen expresar sin ataduras, nuevas
alternativas. La Hi toria del Arte Costarricense,
carece por así decirlo de una tradición artística
original, más bi( es un mestizaje producto del
eclecticismo que caracteriza al arte contemporáneo.
La nece: dad de buscar nuevas fuentes expresivas se
hace necesaria y es lo que constituye la razón < ser
del artista, en esas posibilidades se encuentran las
obras del arte precolombino y es atrib ción única y
exclusiva del artista recurrir o no a ellas.
Al observar un retorno consciente de la humanidad a
un estado mental "primitivo", H< bert Read ha
expresado lo siguiente:
"El hombre moderno, y el artista moderno en
particular, ya no es un mero mono ecl< tico, que
trata de imitar, para su diversión del momento, los
artefactos de razas primitivas; contrario, está él
mismo, espiritualmente hablando, en una dura
situación y, cuanto más he rado consigo mismo, más
decididamente rechaza las falsas y gastadas normas
tradicionales expresión y más próxima e
inconscientemente se ve a sí mismo expresándose de
una mam que tiene un parecido real, ya no
superficial, con el llamado arte "primitivo" (2)
(2) Read, Herbert La Escultura Moderna. Editorial
Hermes, S.A. 1964 Págs. 51-52 México - Buenos Aires 43
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