Al morir el artista Manuel de la Cruz González, termina una etapa de nuestra Historia del Arte. No hatenido la oportunidad el Museo de Arte Costarri¬cense -hasta ahora- de rendir homenaje al pintor. Esta exposición, dedicada al Grupo 8 , es un ho¬menaje a su líder y a los jóvenes de siempre; que hacen posible que sigamos adelante. La perspec¬tiva histórica es precisa y justa, ¿ Cómo compren¬der el auge de las Artes Plásticas dentro del paño rama cultural de hoy, sin el Grupo 8 ?. Aún es este, un país de Maestros - Artistas...
C. Guillermo Montero P.
Director Museo de Arte Costarricense

El inicio de la década de 1960 significó el momento de la irrupción del arte moderno en nuestro país. Tres exposiciones individuales de arte abstracto, realizadas en 1958, fueron el preámbulo a tal acontecimiento. Los responsables de dicha osadía: Lola Fernández, Felo García y Manuel de la Cruz González, quienes mostraron por primera vez a los costarricenses, pinturas totalmente desprovis¬tas de la realidad objetiva.
Con estas manifestaciones, el medio plástico, después de dos décadas de aletargamiento se vio sacudido por las últimas tendencias estéticas. Pero de inmediato recibieron una respuesta: la incomprensión.
Justamente esa incomprensión, unida al rechazo que sufrieron por sus obras, artistas como Néstor Zeledón Guzmán -que estaba iniciando el camino hacia las corrientes de vanguardia-, impulsó a Felo García a tomar la decisión de acabar con aquella barbarie, tal como el propio pintor se re¬fiere a la situación que estaban viviendo. La reso¬lución de García fue la de unirse con otros artistas y así luchar juntos contra el medio, decisión que Zeledón acogió y conllevó a la formación del lla¬mado Grupo Ocho.
A sus filas se incorporaron, además de García y Zeledón, Manuel de la Cruz González, Luis Daell, Harold Fonseca, Cesar Valverde, Guillermo Jiménez y Hernán González, y en 1962 lo hice-ron Lola Fernández y Guillermo Combariza. La primera manifestación con que prepararon el terre¬no para iniciar sus actividades fue la publicación de un Manifiesto creado por Hernán González con sentido vanguardista, en la Revista Brecha del mes de julio de 1961. Y el 1e de diciembre de ese mismo año, emprendieron la batalla al inaugurar su primera exposición en Las Arcadas.
En ésta presentaron las últimas tendencias estéti¬cas universales. César Valverde mostró obras fi¬gurativas pero dentro de las corrientes del arte moderno, tal como se evidenció en Desnudo y Mujer y gato. Igualmente dentro de la figuración, NéstorZeledónG., expuso esculturas de formas y estilizadas, y una colección de máscaras con motivos abstractos. Mientras tanto Hernán Gonzá¬lez se mantenía aún bajo la influencia de la tradi¬ción animalística de la escultura costarricense, al presentar trabajos como La Cría y Homenaje a mi perro. Por otro lado, el arte abstracto fue mostra¬do por Felo García con obras como Guerra Nu-cleary Movimiento 8. pinturasque. junto con las de Guillermo Jiménez, se encontraron ubicadas dentro del expresionismo abstracto. También los cua¬dros, en diversas técnicas, de Manuel de la Cruz González -e.g. Coloquio en verde (cera)- los de influencia precolombina de Harold Fonseca -e.g. Ataik y Xbonil- y algunos de Luis Daell estaban privados del mundo de las apariencias.
La mayoría de estos artistas habían regresado re¬cientemente del extranjero, trayendo consigo nue¬vas ideas a inquietudes estéticas.

Al formarse la agrupación cada uno aportó su experiencia plástica vivida individualmente y en diferentes países, no conformándose así un movi¬miento en donde prevaleciera una tendencia de¬terminada, sino, más bien, un conglomerado de corrientes de vanguardia. Y aunque la abstrac¬ción fue la que predominó, la intención del grupo no fue introducir específicamente dicha tenden¬cia, por el contrario, había sido la de "...desarrollar as artes plásticas en sus más variadas

l manifestaciones," tal como lo proponía su Manifiesto.
Pero, precisamente, loque másconmocionóde la primera exposición del Grupo Ocho fueron las obras abstractas, junto con la primera frase del Manifiesto, lacualdeciaasí: "la belleza clásica es¬tá muerta porque ella es la negación del espíritu de nuestro siglo: estática, quieta, muda." A partir de estos dos aspectos se generó la polémica que señaló una nueva revitalización en el medio plástico costarricense.
Nuevamente el Grupo Ocho volvió a crear con¬troversia cuando en abril de 1962 organizó el Primer Festival Anual de Artes Plásticas. En esta ocasión la razón fue el fallo emitido por el jurado, integrado por Manuel de la Cruz González, Jean Pierre Guillermety RogerWalcott, el cual se había inclinado por premiar tres pinturas abstractas. A raíz de esto Guillermet se vio obligado a publicar un artículo, explicando que el primer premio lo ha¬bía obte-nido Alberto Berrocal con Composición Ne1 y el segundo Guillermo Combariza con Com¬posición en Rojo, junto con Juan Luis Rodríguez, yaque no se habían presentado obras figurativas de igual calidad a las de estos artistas como para haber sido tomadas en consideración. En todo ca¬so, era evidente que el arte moderno estaba to¬mando fuerza cuando también se galardonó en escultura a Alejo Dobles (Figura Na 1. Figura N8 2. Figura NQ 3) con el primer premio y a Claudio Carazo (Amanecer) con el tercero. (El.segundo lo obtuvo Víctor Manuel Bermúdez con Despedida).
El Grupo Ocho continuó con sus actividades. Le patrocinaron exposiciones individuales a Guiller¬mo Combariza, Lola Fernández, Carlos Poveda, Ricardo Ulloa Barrenechea; realizaron otro Festi¬val Anual de Artes Plásticas y en diciembre de 1962 efectuaron su segunda exposición anual; en 1963 expusieron en la Unión Panamericana en Washington D.C. Pero todos estos eventos ya no tuvieron el impacto de su primera exhibición. Su inicial impulso había ido decayendo hasta que en 1963 el grupo se disolvió.
Sin embargo, habían cumplido con sus objetivos. Lucharon contra el medio y consiguieron sacarlo de su modorra al provocar polémica, críticas de ar¬te, certámenes, exposiciones, etc. En fin, había logrado "...Inquietar el ambiente para estimular toda forma de originalidad creadora," como así lo apuntaba su manifiesto.
El proceso que desencadenó el Grupo Ocho, llegd a cambiar toda la plástica como el medio cultural costarricense. Con el Primer Festival Anual de Artes Plásticas, la agrupación hizo patente la necesidad de un ente oficial que se encargara de los asuntos culturales del país. Al convocar a los artistas a participar en el mismo, mencio¬naron que se arrogaban dicho derecho a falta de un Ministerio de Cultura. Un año después, en 1963, gracias a la insistencia de Felo García, se creó la Dirección General de Artes y Letras, ads¬crita al Ministerio de Educación Pública, cuyo pri¬mer Director fue precisamente García. La nueva Institución que vino a agrupar a todas las entida¬des culturales del país, se convirtió en un foco más de difusión y afirmación del arte moderno en Costa Rica. Igualmente colaboró en ésta labor el Grupo Taller, el cual también pudo surgir a partir de los pasos dados por el Grupo Ocho.
En realidad, la penetración del arte moderno en Costa Rica significó simplemente una más de las transformaciones que experimentó la sociedad costarricense durante los años sesentas. A raíz de la expansión de postguerra de la economía internacional capitalista y de la Revolución del 48, se comenzaron a producir una serie de cambios a nivel social, económico, político y tecnológico. Estas modificaciones provocaron una apertura del país hacia el exterior. Esta nueva situación volvió inevitable que nuestros artistas confrontaran las corrientes de vanguardia. Y, justamente, eso fue lo que hicieron los miembros del Grupo Ocho, se lanzaron a vivir las nuevas posibilidades estéticas que se le presentaron aunque sus compatriotas no los comprendieran.
Eugenia Zavaletta Ochoa.